-Turbadora, matemática, magnética y perversamente magistral; Fincher ha creado un filme poderoso y casi perfecto que no te dejará ni pestañear.
-El guión, el casting, los precisos acordes musicales, todo resulta brillante y desconcertante, por ello esta es una de las más potentes películas del año.
Todos echábamos de menos al genio David Fincher, por mucho que nos pueda gustar “House of Cards” le queríamos dirigiendo su nuevo proyecto cinematográfico, en este caso vuelve a su género por excelencia, nos trae un sorprendente thriller basado en la famosa y exitosa novela de Gillian Flynn. El guión corre a cargo de la propia novelista, un dato que atraerá sin duda a los que en su momentos quedaron fascinados por la novela, no es para menos. El reparto aunque más controvertido (muchos siguen odiando a Ben Affleck), os adelanto que es impecable, ni un actor está mal en su papel; Ben Affleck, Rosamund Pike, Neil Patrick Harris, Tyler Perry, Kim Dickens y Scoot McNairy son sólo algunos de los nombres que forman el susodicho elenco. Son 145 minutos lo que dura “Gone Girl”, y no le sobra ni medio, es una película compleja, profunda, reflexiva, llena de puntos de vista; te hipnotiza de principio a fin mientras juega contigo, pero si entras en el juego serás recompensado, olvídate de las pocas nimiedades en las que falla el calculado guión, pues esta es una de las mejores películas que haya dirigido David Fincher.
Pocas veces ocurre, se apagan las luces de la sala y asistimos a un espectáculo sugestivo, intenso, inteligente y en última instancia milagroso, una apuesta por el buen cine, el mejor que puede dar la industria ahora mismo; el mejor de todos los David Fincher te engaña diciendo que vas a ver un thriller cuando vas a ver muchísimo más: una película obsesiva, tan perturbada como sincera y fascinante. Y es que esta no es ni mucho menos una intriga al uso, el director renueva los códigos del género para lograr un prodigio narrativo apabullante, es un thriller, un thriller psicológico, un drama, una historia de amor-desamor y también es una adaptación tan redonda que habría que discutir muy seriamente si es incluso mejor que la propia novela, no es “Zodiac” ni es “Seven”, es algo mucho mayor. Se considera que mayor es siempre mejor, y no siempre es de este modo, no pienso que “Perdida” sea mejor película que “Seven” pero sí resulta más profunda y reflexiva, abarca una variedad de temas mayor desde múltiples puntos de vista, porque es mucho más que un thriller y por esta razón no es comparable a otros trabajos anteriores del cineasta, aunque tenga puntos en común con “Zodiac”.
Ese indescifrable plano inicial da inicio al espectáculo, el filme narra la desaparición y posterior búsqueda de Amy al mismo tiempo que nos presenta (con palabras de la propia Amy) flashbacks con los que nos va contando la relación entre Nick y ella desde el comienzo de su relación. El guión está escrito con una minuciosidad escalofriante, cada detalle está calculado a la perfección, desarrolla el drama con distinción y una fluidez asombrosa, razona los giros en sus personajes y aporta los puntos de vista de cada uno, la narración es tan precisa que te absorbe y además esa especie de humor sombrío es delicioso. Fincher y Flynn mueven los hilos manipulando al espectador a su gusto, se erige así una película que nos recuerda los mejores años del cine, un clásico moderno cuya única pega es la sorprendente falta de un portentoso apartado visual, firma tan marcada de Fincher, aún así creo que fue una decisión correcta, porque el director ha hecho que me lo crea mediante una película que te devora y que tú también devoras como si fuera uno de esos libros que no puedes parar de leer. El material original ya era terriblemente bueno pero la suma de semejante genio de la dirección le ha añadido puntos a favor, en pantalla esta historia cobra una vida inusitada, ese fabuloso ritmo con el que el director hacer que dos horas y media pasen en un suspiro, el modo con el cual consigue que el misterio y la tenebrosidad penetren a través de los rincones más pequeños del drama, del engaño, del odio, de esa lucha de la pareja por destruirse mutuamente aunque deban autodestruirse en el intento, la disección del matrimonio que logran guionista y director es escalofriante y deslumbrante a partes iguales, al final no hace falta aplaudir, simplemente estás en shock...y quieres que todo vuelva a empezar.
El casting fue todo un acierto, no me desagrada ni un miembro del reparto, ni un secundario tan pasajero como Scoot McNairy, que muy probablemente entrara por enchufe de nuestro protagonista. Ben Affleck, ese actor tan controvertido que va a ser Batman, pero es mucho más que eso, es uno de los directores más sólidos que ha dado Hollywood en los últimos años, muchos ya le llaman el nuevo Clint Eastwood, otros le siguen recordando como el infame Daredevil, citando de nuevo al maestro: “Las opiniones son como los culos, todo el mundo tiene uno”. Está bien, soy uno de esos que defienden el trabajo del señor Affleck en los últimos años, a mi tampoco me gustó nada “Daredevil”, me reí de él en “Jersey Girl”, me dio vergüenza en “Pearl Harbor” y quería tirarle una piedra en “Paycheck” a ver si a diferencia de Keanu Reeves tenía alguna expresión facial pero todo eso ya es agua pasada, más aún si tenemos en cuenta también las virtudes de su curriculum. No entraré a hablar del trabajo como guionista pero en “El Indomable Will Hunting” hacía un buen papel, en “Hollywoodland” me convenció y fue mejorando progresivamente con películas como “The Company Men”, “The Town” o “Argo” (que actuar y dirigir al mismo tiempo no es nada fácil), por último el año pasado estrenó “Runner, Runner”, una floja intriga en la que robaba cada plano con una actuación admirable, si a esto le añadimos la excelente interpretación que realiza en esta ocasión creo que la balanza se inclina a su favor, iniciemos una petición de firmas para que el mundo deje de odiar a Ben Affleck, era una buena moda allá por el 2003-2004. Aunque he dedicado muchas líneas a defender a Affleck, la verdadera joya de la función es Rosamund Pike, su interpretación -con nominación al Oscar asegurada- es extraordinaria, no hace falta decir nada más. Por último mencionar el pequeño papel de Neil Patrick Harris, no le resten ustedes méritos porque el personaje le vaya como anillo al dedo, simplemente el casting ha sido todo un acierto, como bien apunté antes.
He intentado no desvelar nada de como transcurre la historia y básicamente de nada, porque es un filme que debéis ver o en las más grande de las inopias o bien habiendo leído anteriormente el libro, de una manera u otra os sorprenderéis. Mi crítica es sólo una excusa que se puede resumir en una línea, y esa línea dice que vayáis a toda prisa a ver esta locura de peliculón de David Fincher. Tras 145 minutos de brillantez absoluta, tras ese plano final tan desconcertante e indescifrable como el primero, no hay palabras, sólo la sensación de haber visto una gran película, en todos los sentidos de la palabra, ninguna otra película de este año os dará tanto por el precio de una entrada como ésta -ex-aequo con “Boyhood”-, ni la falta de un genial apartado visual ni los ínfimos agujeros en la trama lastran “Gone Girl”, porque es un ejemplo de como hacer cine, de como contar una historia y de como adaptar una novela, David Fincher lo ha vuelto a hacer, queda rendirse ante su película.
Alejandro Arranz
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