-Densa, aterradora, conmovedora y relevante. Una de esas películas que renuevan la fe en el séptimo arte, de esas que te remueven las entrañas.
-Todo funciona a las mil maravillas. Arrival es la mejor ciencia ficción en años, es una obra maestra casi perfecta.
Todo el mundo lleva muy atento al trabajo de Denis Villeneuve desde 2010, cuando estrenó Incendies. La valentía y la absoluta precisión de sus trabajos ha ido brotando hacia algo grande. Personalmente creo que Enemy era demasiado aburrida y pretenciosa para lo poco que tenía que ofrecer, pero aparte de eso la filmografía de este señor canadiense es intocable. Hasta ahora lo mejor que había dado eran los últimos 40 minutos de Sicario. En esos 40 minutos no solo había derroche de técnica, innata habilidad narrativa, brillante dirección de actores, etc. Había osadía, riesgo del que no se suele ver en el cine. El cineasta tenía los bemoles de mostrar lo que nadie más se atrevía a mostrar, y hacerlo además con un impacto que te dejaba tirado en la moqueta babeando. Ahora prueba suerte con la ciencia ficción antes de entregar la secuela de un clásico imborrable como Blade Runner, así que los que odiamos las secuelas/precuelas/remakes y amamos Blade Runner vamos a ver Arrival con la mirada fija, candente, en la pantalla. La historia de Arrival está basada en el relato corto de Ted Chiang, The Story of your life, que fue galardonado con los prestigiosos premios Hugo y Nébula. El guionista encargado de adaptarlo es Eric Heisserer (The Thing, Lights Out) y el brillante reparto lo conforman: Amy Adams, Jeremy Renner, Forest Whitaker, Michael Stuhlbarg, Mark O'Brien y Tzi Ma -entre otros-.
Arrival es una película ambiciosa y muy arriesgada. Es Villeneuve cambiando las reglas del juego aún mejor que en sus anteriores trabajos. Es el cine comercial frente al cine de autor en perfecta armonía. Es una película de la que no puedo decir mucho, aunque me gustaría escribir durante horas. El cineasta nos trae este insólito retorcimiento de la ciencia ficción que más allá de su contexto deriva hacia el thriller sobrecogedor de ritmo perfecto así como hacia el emotivo y complejo drama humano. Un trabajo maravilloso y detallista sobre la comunicación, el lenguaje, la semiótica, el amor, la vida, la muerte, el tiempo, la maternidad y la colaboración (entre ámbitos, países y mundos). También una inquietante aunque esperanzadora alegoría sobre los problemas actuales de nuestro mundo. La poderosa narración, la impecable e intimista dirección, el extraordinario montaje, el sutil pero potente guion, la inmanente partitura de Jóhann Jóhannsson y el estupendo reparto en el que destaca una contenida pero arrebatadora Amy Adams. Todo ello funciona conjuntamente formando una película de la que se debe hablar durante años. Una película cuyas escenas iniciales y finales están dibujadas con una muy adecuada e hipnótica maestría al ritmo de On the Nature of Daylight. Así es como Arrival pone toda la técnica y la precisión quirúrgica de Villeneuve cara a cara frente a su asignatura pendiente, la sensibilidad, la ternura, la humanidad reflejada en la mirada pura de Amy Adams.
Tras años de alabanzas para Avatar, Gravity e Interstellar; al fin encuentro una película de ciencia ficción que merece todos los aplausos que ha cosechado. Arrival les da mil vueltas a todas las mencionadas anteriormente. Un filme importante, fascinante, humanista y pedagógico, un prodigio visual y narrativo con destellos de Kubrick y Malick, y que convierte definitivamente a Villeneuve en uno de los mejores cineastas de nuestro presente. No recuerdo en el cine reciente mejores flashbacks que los de Arrival, un ejemplo más de como Villeneuve es capaz de hacer indivisible lo más misterioso de un universo infinito con lo más íntimo del alma humana. Tras esta obra maestra, tiene mi bendición para Blade Runner 2049.
Alejandro Arranz
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