Es un poco tarde quizás para hablar de las señas de identidad del cine de Wim Wenders, director nacido del inconformista nuevo cine alemán pero fascinado por la cultura americana e influenciado por el autor austriaco Peter Handke y por cineastas tan dispares como: Michelangelo Antonioni, Nicholas Ray, Yasujiro Ozu y John Cassavetes -entre otros-. En sus películas lo más importante siempre son el viaje y la búsqueda. Un cine, digamos, de esencia pura.
Todo esto es muy importante si nos predisponemos a analizar Alicia en las ciudades introduciendo una comparación de herramientas narrativas y visuales usadas por Wenders frente a las utilizadas en el “Método de Representación Institucional” (MRI). A apuntar, que Alicia en las ciudades es la primera parte de la trilogía sobre “Road Movies” que Wenders culminaría con En el curso del tiempo y Falso movimiento, ambas protagonizadas también por Rüdiger Vogler.