Crítica de “Old Boy”

-Josh Brolin es lo mejor de este remake sin originalidad, preferiría estar encerrado veinte años que volver a ver semejante despropósito.

-Lo dirige Spike Lee y como si lo dirigiera Uwe Boll, la verdad es que era difícil hacerla tan mal (dan ganas de salir de la sala), habría que preguntarse si en la categoría de peor remake o secuela es capaz de competir con “La Jungla 5”.

En 2003 el siempre genial director coreano Park Chan-Wook, nos dio a todos una soberana lección de cine, creó una película brutal, despiadada, oscura; una violenta joya sobre la venganza que profundizaba como nunca antes en las debilidades del ser humano y todo sin olvidarse de su habitual maestría en los aspectos formales. Diez años después llega a los cines el remake de aquella obra maestra, y nadie en su sano juicio esperaba que pudiera ser superada; dirigida por Spike Lee y protagonizada por Josh Brolin con secundarios de la talla de Elizabeth Olsen, Samuel L. Jackson o Sharlto Copley parecía tener posibilidades para al menos ser una interesante reversión del manga original. Malos augurios son que te digan que la película se estrena en un número de salas que puedes contar con los dedos de una mano, pero tras la difícil tarea de encontrarla, tocaba ver que me esperaba al otro lado, ahora sé que no debería haber entrado nunca en aquella sala.

Ésta nueva versión de “Oldboy” no tiene nada que merezca la pena ser visto, desde el primer fotograma todo son decepciones, giros previsibles, falta de profundidad y una fotografía de lo más aburrida; Spike Lee decide cambiar algunos factores de la original para intentar diferenciarla o quizás mejorarla, pero cualquier esfuerzo es en vano, pues lo que tenemos aquí no es más que un experimento fallido, una creación desgarrada, sin alma; cualquiera que haya visto la versión de 2003 sabrá desde el primero hasta el último de los giros que ha elegido tomar ésta nueva versión y por supuesto sufrirá con cada uno de esos ineptos cambios. Un ejemplo perfecto de lo que se denomina remake innecesario, una gilipollez que no debió haber salido de su agujero.

Todo el mundo tiene miedo a decirlo y la verdad es que Spike Lee lleva años sin ofrecer cine genuino, ya no tiene estilo propio y aquí intenta -sin éxito- copiar el de los demás, ningún director podía hacer “Oldboy” como la hizo Park Chan-Wook en su momento, y mucho menos éste Spike Lee en su peor forma, todo lo bueno que puede tener esta reversión lo dan los actores y lo poco del material original que ha sobrevivido en el proceso, el resto es una basura sangrienta y demasiado larga.

Se me hace imposible no pensar en la original cuando estoy viendo ésta, con cada imagen y cada palabra sólo puedo que pensar algún motivo para haber profanado la obra del cineasta coreano, eliminando a cada segundo un fragmento de su genialidad, quizás debería comentar el único aspecto que -como dije antes- no me ha dejado completamente decepcionado, los actores: Josh Brolin comienza realmente bien pero luego está tan desganado como me sentía yo viendo la película, Copley tiene algún buen momento y otros como Olsen o Imperioli se conforman con cumplir su cometido; ahora pensad en lo que escribí antes, eso es lo mejor de la película.

Recuerdo como me sentí hace 10 años, y en los siguientes visionados de “Oldboy” de Park Chan-Wook y aquí no hay absolutamente nada de lo que hacía a aquella grande, haceros un favor y no perdáis el tiempo con este remake innecesario sin nada que ofrecer, que tanto cuando plagia fotograma a fotograma la película original como cuando decide introducir innovaciones, se hunde en el fango; no tiene nada de la magia de la original, sólo es una retorcida chapuza, previsible y aburrida, sin la brillantez formal de Park chan Wook, ni la comedia negra o la genialidad argumental y del guión de la original. Es cierto que era una tarea casi imposible la de superarla, pero responderme a esta pregunta y ganaréis...¿de verdad era necesario estropearla?

Alejandro Arranz