-Turturro entra en terrenos peligrosos y crea una película a ratos deliciosa a ratos frustrante pero siempre divertida, Allen está magnífico.
-El guión es inteligente pero también ligero y algo falto de genio, hay momentos de una increíble sensibilidad y se nota que el señor Turturro no busca caminos fáciles.
John Turturro llevaba un tiempo desaparecido de la industria, la última vez que le vimos como actor fue en el final de la trilogía “Transformers” de Michael Bay, y como director llevó a cabo el documental “Passione” en 2010 y su última película en 2005, una sensual comedia musical con un poderoso reparto, “Romance & Cigarettes”, así que si le echabais de menos aquí le tenéis de director, guionista y protagonista de su nueva película, una comedia sobre la prostitución que no acepta preliminares y va directa al grano, como co-protagonista le acompaña el amigo y vecino de América, Woody Allen, al que siguen nombres como Sharon Stone, Sofía Vergara, Vanessa Paradis o Liev Schreiber -entre otros-. De la música se encargan Abraham Laboriel y Bill Maxwell y el director de fotografía es Marco Pontecorvo, que ya colaboró con el director en su documental antes mencionado; tras acudir a la cita con Turturro, Allen y con las señoritas Sofía Vergara y Sharon Stone sólo puedo decir que esperaba más aunque en absoluto estoy descontento con la película de Turturro, algunas partes están mal, narrativamente falla, hay líneas de diálogo torpes y por más que el director intente no ser condescendiente, en contadas no puede impedir rendirse -en parte- a las expectativas del género, sin embargo esta comedia sin pretensiones tiene muchas cosas buenas, es afable, picarona, sensual y a veces sorprendentemente sentimental.
La introducción es rápida como un rayo, dejo a su atenta mirada el que sea algo bueno o malo pero la verdad es que en a penas un minuto ya se da punto de partida al asunto para que todo se desarrolle con velocidad, algo inconcebible y muy contrario al tono tradicional que parece tener la película, tras esto aparece la necesidad de estos personajes para llevar a cabo su plan pero en absoluto se juega con eso, más bien es un recurso conveniente para abordar el tema en cuestión, de este modo toda la segunda parte del filme será un conjunto de chistes verdes y escenas divertidas en medio de un ambiente de diversidad cultural como preámbulo para llegar a lo único que parece realmente importante en la película, un salto entre géneros que no resulta sorprendente, eficaz, ni tampoco ingenioso; las raíces de las que brota la película de Turturro están corrompidas pero él consigue arreglarlo con sus múltiples habilidades como guionista y director. La dirección es clásica, Turturro muestra un estilo muy parecido al de Allen en muchos aspectos, sin ir más lejos la excelente banda sonora repleta de Jazz que hace aún más placentero el camino, otro punto a favor es la fotografía que también me recuerda un poco a las películas de Allen a pesar de que como en todo lo demás se diferencia ese toque del director que ya hemos visto en otras de sus obras como “Illuminata”, por último está esa sensación que se mantiene todo el metraje, ese cariño que les coges a los personajes y ese bienestar que provoca que la película sea tan amable y ligera, y es que el acierto más grande de “Fading Gigolo” es que a pesar de perder el rumbo a menudo y ser torpe en variedad de cosas siempre se hace divertida, amena y es realmente encantadora.
Ya ha quedado claro que Turturro tiene un gran talento para la dirección y además está bien influido, como guionista sin embargo deja más que desear, el problema principal de su guión es que no cuenta prácticamente nada, tiene pocos asideros dramáticos y tampoco es que los que tiene los desarrolle correctamente, sin embargo tiene claro donde quiere ir y te lleva hasta el final con una tontorrona sonrisa de oreja a oreja; hay tanto contenido desaprovechado en la película que uno no entiende la razón por la que el director americano (de descendencia italiana) se empeña en correr y saltarse las oportunidades interesantes, en otro orden de cosas dentro del libreto hay un par de gags cómicos excelentes aunque los diálogos al igual que la media docena de guiños que podemos encontrar no son tan ingeniosos como cabría esperar, luego están los personajes que tienen un justo desarrollo aunque si se profundiza un poco puede notarse su oquedad, lo que si es digno de ovación es como gracias a sus intérpretes cada personaje consigue ganarse nuestro afecto; por último aunque Turturro intenta tomar nuevas disposiciones y decisiones insólitas el esquema es el mismo de siempre sólo que con detalles muy inteligentes y algo de corazón, a ésto viene unido algo tan antiguo como el amor y la lujuria, los clichés, que a pesar de no ser demasiados están ahí.
Buena dirección, un guión flojo pero con recursos y ahora toca hablar de como de bien lo hace Turturro en el terreno de la actuación, la verdad es que su trabajo resulta sencillo y correcto aunque queda eclipsado por un fastuoso Woody Allen, seguramente la mejor actuación del genio neoyorquino en años, el resto del reparto está bastante bien, Vanessa Paradis le el toque dramático a la película, Liev Schreiber es divertido aunque a veces se vuelve pesado y su exceso de minutos es una de las decisiones que hacen previsible el desenlace del filme, Bob Balaban hace un pequeño caméo que no destaca por su cachondeo precisamente, siendo así es posible que la decisión más inteligente sobre el reparto haya sido -a parte de Allen- la de escoger a dos mujeres tan sensuales como lo son Sharon Stone y Sofía Vergara, distintas pero igualmente bellas y poderosas. Cuando la película llega a la parte final es más que seguro que ya sepas lo que va a ocurrir con suficiente antelación, pero la verdad es que el director y guionista se las arregla para no caer por completo en las convenciones del género y con agilidad y buen juicio termina una agradable comedia que desaprovecha grandes oportunidades.
Una hora y media de risas controladas, una pizca de sensibilidad muy bien tratada y algo -poco- de erotismo gracias a dos fantásticas actrices; ésta es una película muy personal, por un lado los que vayan buscando un intenso trío con multitud de escenas sexuales no tienen sitio aquí, tampoco hallaréis al perspicaz John Turturro de sus otros trabajos, ni una comedia repleta de humor obsceno, más bien un entretenido cóctel no tan suculento como exigíamos pero muy bien intencionado y en ocasiones realmente divertido que cuenta con una potente banda sonora y un hitriónico Woody Allen para el que sólo valen adjetivos positivos; interesante.
Alejandro Arranz
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