-Entre el ruidoso empache épico de Snyder y la deleznable nada absoluta de David Ayer se eleva Patty Jenkins. “Wonder Woman” es pura fórmula para todos los públicos. Entretenida y ligera.
-No es una gran película de superhéroes ni una gran aventura ni buen cine bélico. Pero supone un cambio de mentalidad que afectará a la producción. Gadot y Jenkins han hecho algo importante.
Ya era hora de que las superheroínas dieran un golpe sobre la mesa y se hicieran con la gran pantalla. Wonder Woman es la primera que consigue su película en solitario en esta guerra de universos cinematográficos entre Marvel y DC. La famosa amazona llega para salvar a sus compañeros masculinos y un universo que se tambaleaba más con cada nueva propuesta hasta ese irónico suicidio dirigido por David Ayer. Se hace difícil olvidar la fuerza con la que el personaje entró en “Batman v. Superman”, mejorando la película de forma notable. Ahora, de ella depende también que esta dimensión de héroes y villanos llenos de esteroides logre levantarse de un opaco pasado y alzar el vuelo para proponer un futuro más luminoso y robusto que el del monopolio Snyderiano-Goyeriano. Patty Jenkins (“Monster”), que tiempo atrás abandonara “Thor: The Dark World” por diferencias creativas, dirige este éxito de crítica y público que ya es la película de acción real dirigida por una mujer más taquillera de la historia. Allan Heinberg escribe el guion para una historia con mano de Zack Snyder. Por último Gal Gadot vuelve a ponerse su armadura, pero esta vez acompañada por: Chris Pine, Robin Wright, Connie Nielsen, David Thewlis, Danny Huston y Elena Anaya -entre otros-. Veamos si era verdad aquello de que cuando la oscuridad se acaba para dar paso a un nuevo día, el sol brilla más radiante aún.