domingo, 25 de junio de 2017

Crítica de "Wonder Woman"

-Entre el ruidoso empache épico de Snyder y la deleznable nada absoluta de David Ayer se eleva Patty Jenkins. “Wonder Woman” es pura fórmula para todos los públicos. Entretenida y ligera.

-No es una gran película de superhéroes ni una gran aventura ni buen cine bélico. Pero supone un cambio de mentalidad que afectará a la producción. Gadot y Jenkins han hecho algo importante.

Ya era hora de que las superheroínas dieran un golpe sobre la mesa y se hicieran con la gran pantalla. Wonder Woman es la primera que consigue su película en solitario en esta guerra de universos cinematográficos entre Marvel y DC. La famosa amazona llega para salvar a sus compañeros masculinos y un universo que se tambaleaba más con cada nueva propuesta hasta ese irónico suicidio dirigido por David Ayer. Se hace difícil olvidar la fuerza con la que el personaje entró en “Batman v. Superman”, mejorando la película de forma notable. Ahora, de ella depende también que esta dimensión de héroes y villanos llenos de esteroides logre levantarse de un opaco pasado y alzar el vuelo para proponer un futuro más luminoso y robusto que el del monopolio Snyderiano-Goyeriano. Patty Jenkins (“Monster”), que tiempo atrás abandonara “Thor: The Dark World” por diferencias creativas, dirige este éxito de crítica y público que ya es la película de acción real dirigida por una mujer más taquillera de la historia. Allan Heinberg escribe el guion para una historia con mano de Zack Snyder. Por último Gal Gadot vuelve a ponerse su armadura, pero esta vez acompañada por: Chris Pine, Robin Wright, Connie Nielsen, David Thewlis, Danny Huston y Elena Anaya -entre otros-. Veamos si era verdad aquello de que cuando la oscuridad se acaba para dar paso a un nuevo día, el sol brilla más radiante aún.

El universo cinematográfico de DC ha logrado su película más sólida y funcional. “Wonder Woman” es capaz de entretener porque sabe captar la esencia del cómic clásico y no se deja guiar por excesivas ambiciones o aquellas pretenciosas necesidades de llamar la atención. El espectador no se siente asfixiado por la sobrecarga de elementos, los multiversos y el lúgubre lirismo. Por otro lado, tampoco siente esa imperiosa necesidad de molar y gustarle a todo el público que transmitía el despropósito de “Suicide Squad”. “Wonder Woman” es la mejora de una fórmula que lleva existiendo décadas; con el equilibrio perfecto de acción, desarrollo dramático, humor asequible y una correcta banda sonora lejos del plomo de Junkie XL, la pereza de Zimmer y la complacencia de Steven Price. Jenkins ha hecho una aventura para todos los públicos que es en si misma un arma de doble filo. La sencillez de su probado esquema le permite ser la propuesta más solida del universo y la más divertida; pero a su vez es la culpable de que sea una película dolorosamente mediocre.

Una anécdota argumental sobre la lucha de dioses para fusionar la mitología griega con la Primera Guerra Mundial (buena ambientación) y concluir con un ingenuo discurso sobre el poder del amor y la camaradería. El envoltorio: suficientes -y atractivas- set-pieces con mucho CGI, los típicos chascarrillos de género, un buen elenco con química entre los intérpretes, una subtrama romántica y villanos tan decepcionantes como se podía esperar. Así pues, más allá de las numerosas y notorias similitudes con la primera “Capitán América”, todo lo que encontramos en la propuesta lo hemos visto innumerables veces. Una de las razones por las que el filme es enteramente previsible desde el minuto uno hasta ese explosivo e irrisorio clímax final. Por tanto, lo que “Wonder Woman” paga a cambio de ser más entretenida es ser también más plana y fácil. Porque deja atrás las ínfulas de oscura epicidad, densa poesía del caos y existencialismo bíblico de Snyder, para entregar una aventura más luminosa, sí, pero mucho menos autoral y arriesgada.

Patty Jenkins ha encendido las luces en Warner-DC con la mejor película protagonizada por una superheroína y Gal Gadot continúa demostrando ser una de las mejores decisiones de casting del género. “Wonder Woman” es una película ingenua que sin embargo trae de vuelta valores y conceptos que parecen pasados de moda y se agradecen bajo toda la pirotecnia habitual. No hay nada atrevido o sorprendente más allá de un muy necesario cambio de roles. Por eso como película tal vez solo sea correcta, pero como acontecimiento vale su peso en oro.

Alejandro Arranz

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