-Paco León se reafirma como un director y guionista brillante, su nueva película no sólo supera a la primera, es una de las mejores comedias españolas de los últimos años.
-La sensación de frescura ha disminuido -un poco- en esta secuela, pero todas las demás virtudes han ido en aumento, lo que tenemos aquí es una comedia dramática de las buenas, pero quizás algo aparatosa en algunos aspectos, seña de identidad del cine español...el exceso.
Hace tan sólo dos años que Paco León estrenaba su ópera prima, rodada en dos semanas sin ninguna subvención oficial y que se estrenó simultáneamente en cines, DVD y VOD (video on demand), con aceptables recaudaciones, “Carmina o revienta” obtuvo un sorprendente éxito de crítica y público y recibió nominaciones a diferentes premios Goya para Paco León, su madre Carmina y su hermana María. Ahora dos años después vuelve este prometedor guionista-director nada más y nada menos que con la secuela de aquella divertida, imprevisible y fresca comedia, esta vez con un argumento más oscuro, más humor negro, más presupuesto, un reparto más grande y también un estreno más notorio, pues ha sido idea del propio Paco León (tan seguro de la calidad de su cinta) la de realizar un pre-estreno gratuito en las salas de cine de toda España para obtener el tan famoso efecto “boca a boca” (cosa que le fue muy bien a la sobrevalorada “Ocho apellidos Vascos”) y que de este modo el público acuda en masa a su nueva creación; de nuevo en el rol principal Carmina Barrios, seguida por un reparto pequeño pero potente: María León, Paco Casaus, Yolanda Ramos, Estefanía de los Santos y Manolo Solo. Tras acudir ansioso a la cita me encuentro con lo que me esperaba e incluso algo más, olvidaros de la película de Emilio Martínez-Lázaro e ir corriendo a la comedia española que realmente merece reconocimiento, me alegro de poder afirmar el genio del señor Paco León que ya se olía en la primera parte, se hace oficial su conversión en un habilidoso cineasta más para las desnutridas filas del cine español, uno que aúna cine artístico y comercial con maestría, uno que promete hacer honor a lo que debe significar nuestro cine, uno que no toma el camino fácil, ha nacido un gran director.