domingo, 6 de julio de 2014

Crítica de “Mil maneras de morder el polvo”

-Un western cómico dolorosamente irregular, tiene tantas cosas a favor y tantos momentos brillantes que es una pena que la mitad de la película sea tan tonta y poco graciosa.

-Un reparto increíble, guiños y cameos mires donde mires y muchas risas no proporcionadas, aún así 116 minutos son demasiados para Seth MacFarlane.

Del tío que nos trajo “Ted”, como olvidarse de la ópera prima del señor MacFarlane, tantas carcajadas y su no tan pequeño corazoncito consiguieron que aquel incorregible osito de peluche me conquistara, de hecho su aventura úrsida se convirtió en una de las mejores comedias gamberras que he visto en los últimos años, tras ese excelente debut había que prestarle la debida atención a la nueva película del señor MacFarlane, más aún siendo un western. Sólo hay que mirar el reparto para tener una razón por la que ir al cine a ver “A Million Ways to Die in the West” (el título original es mucho mejor), cierto que uno de los mayores errores de la película es que MacFarlane sea el protagonista, pues aunque entiendo que según sus sueños de la infancia quisiera ser el protagonista de su propio western la verdad es que todos los secundarios se lo meriendan, es un actor bastante flojillo y gesticula demasiado, por otro lado es un personaje que cuadra muy bien con su forma de ser y además como guionista y director poca gente le puede ganar cuando se trata de hacer reír, volviendo al tema, Charlize Theron, Liam Neeson, Sarah Silverman y el resto del conocido elenco realizan unas muy divertidas intervenciones, el guión está escrito por el trío MacFarlane-Sulkin-Wild, los cuales se encargaron de “Ted”.

Con los animados títulos iniciales y esa música al estilo “Bonanza” comienza esta nueva apuesta de un género que últimamente no acaba muy bien parado, la cámara va llegando hasta un habitual pueblo del salvaje oeste, con su cantina, la oficina del alcalde y la típica “moustacheria”, un pistolero espera la llegada de su rival, el árido calor, el sudor deslizándose sobre la funda del revolver, y entonces aparece MacFarlane y nos concienciamos de lo que veníamos a ver, sin embargo aunque el susodicho sea un experto en crear situaciones cómicas permanentes y consiga que la película sea entretenida siempre, el nivel de comedia de la primera parte es bajísimo (siendo la escatología el elemento cómico mayoritario de la película), no me importa en absoluto que el humor pueda ser censurable o desagradable pero si lo hace que no me riera ni una vez en veinte minutos, hablamos del creador de “Family Guy”, me parece imposible e inaceptable que haya creado un filme tan irregular; transcurrida la primera parte la película mejora, la llegada de Charlize Theron ayuda mucho y de hecho ella es de lo mejorcito de la película, con su entrada crecen las risas y también la faceta sentimental, para mí es la verdadera protagonista. Toda la irreverente relación entre estos contradictorios e irónicos personajes es genial, en general la manera de parodiar las señas de identidad del género es de una mordaz inteligencia y la faceta sentimental es de agradecer, aunque los chistes aburridos y previsibles siguen estando ahí por cada uno de ellos nos recompensa con 3 muy divertidos y hay momentos de absoluto genio, creo que estuve cinco minutos seguidos riendo, por último están todos los guiños y cameos que demuestran que MacFarlane es el tío más carismático de las fiestas de famosos y que sabe como y cuando tienes que hacer un guiño en una película, lo que quiero decir es que cuando MacFarlane se acomoda en el género tras un comienzo bastante mediocre entonces comienza a tener mejor puntería para disparar sus gags.

Otro de los mayores contratiempos de la película es que no va a ninguna parte, son 116 minutos de sketches sin un camino específico que seguir y aunque los chistes mejoran tras la primera parte es difícil que el limitado humor de la película pueda aguantar la friolera de dos horas, tampoco tiene ese personaje encomiable como lo era Ted o mismamente Stewie en la serie aunque como es costumbre tiene el refuerzo de un buen número de secundarios, quitando los no pocos cameos tenemos a Liam Neeson, que a penas tiene minutos en pantalla pero los que tiene son realmente fantásticos como el temible pistolero cual nombre no revelaré, el dúo formado por Sarah Silverman y Giovanni Ribisi que también logra un gran número de risas aunque seguramente podría haber dado para mucho más y por último un Neil Patrick Harris en su papel de Barney Stinson imagino que a petición del director y a una Amanda Seyfried que pasa bastante desapercibido; cuando la parte central de la película empieza a ir hacia el final vuelven los problemas, el excesivo metraje hace mella y aunque la película no decae hasta las cotas iniciales si que hay un bajón significativo, aún así MacFarlane se las arregla para entregar los mejores cameos que se guardaba en la cartuchera, una escena que parece sacada de la mente de Tim Burton y un par de momentos muy western, todo para hacer las delicias de los fans.

Una parodia del género que habla con la voz de hoy en día, que funciona a la vez para desmitificar y para meterse con todo lo posible sobre nuestra sociedad moderna, que es racista, xenófoba, escatológica, inadecuada, repugnante y tantos otros adjetivos que van directamente unidos al incorrecto e irresistible –por igual- humor del tío que nos trajo “Ted”, no alcanza ni por asomo la calidad de aquella pero encantará a los fans de “Family Guy” y tiene suficientes risas y sorpresas para cualquier cinéfilo que desee pasar una tarde muy entretenida, puede que haya cientos de chistes tan malos que no creas quien los firma pero también hay momentos que nadie debería perderse, cuando el propio Albert explica todas las cosas que intentan matarte en el Salvaje Oeste o el momento musical en el granero son de ese tipo de cosas; he pasado un rato muy agradable viendo esta película y espero con ganas el siguiente proyecto de Seth MacFarlane, un tío al que le queda mucho por decir.


Alejandro Arranz

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