-Ya era hora de que las nuevas generaciones tuvieran su Star Wars. Abrams coge una vieja chatarra y le añade piezas nuevas para que la saga pueda volar hacia direcciones desconocidas y fascinantes. No se conforma con cumplir, deslumbra.
-Hace muchos años que una película no me hacía reír, llorar, emocionarme y aplaudir como ésta. Es un milagro del cine como entretenimiento, pero también es arte, y lo siento de veras por quien ponga eso en duda.
Hace 38 años se estrenó un pequeño filme que cautivó a muchos. Un señor llamando George Lucas que no confiaba mucho en su éxito andaba aquel día tomando el sol en alguna playa con su amigo Steven Spielberg. Él no sabía que aquel sería el principio de un fenómeno sin igual, que alimentaría los sueños de infinidad de niños de aquella y posteriores generaciones. Le siguieron dos increíbles secuelas que conformaron una de las mejores trilogías que ha dado el séptimo arte. Más de seis horas de magia filmica, de galaxias inimaginables, caballeros jedi, villanos fascinantes, ancestrales religiones, princesas y fortalezas, batallas espaciales, sonidos increíbles, giros de guión para la posteridad, líneas de diálogo que forman parte de la cultura popular y todo lo que siempre ha definido a una saga maravillosa que permanecerá en los corazones de muchos de nosotros para siempre. Pero el lado oscuro puede corromper a muchos y Lucas no tuvo la suficiente fuerza para resistirse. Creó una trilogía de precuelas que anteponían el CGI a la magia de las originales. La música de Williams y algunas escenas puntuales se salvaban pero no había por donde coger aquellas ofensas a la saga. La tercera entrega, “La vengaza de los Sith”, levantó un poco el vuelo y dejó momentos a revisionar pero no limpió el nombre de Lucas, que había vendido de nuevo su alma por dinero (y no sería la última vez). Por si fuera poco, decidió volver a remasterizar las primeras con deleznables insertos digitales, eliminación de escenas, diálogos/acciones mal añadidas y un montón de basura espacial que empañó todo lo que puedo aquellas tres obras maestras. Ahora, tras comprar Disney (por 4000 millones aprox) los derechos de Lucasfilm, le encargó al renacedor de sagas por excelencia, J.J. Abrams, traer de vuelta a nuestros héroes favoritos para una nueva generación. Una taréa herculea que ha desembocado en la película más esperada del año. La pregunta es...¿Ha recuperado Abrams lo que hizo grandes a las primeras o será todo una hábil trampa?
Abrams y Kasdan lo han hecho, han creado uno de los mejores blockbusters que he visto en décadas. La mejor séptima parte de la historia agrupa lo clásico y lo moderno con un espíritu inquebrantable y una energía pegadiza. No quiero hacer una crítica larga, un analisis concienzudo ni nada por el estilo. Creo que cuanto menos sepan de esta película más la disfrutaran, creo que deben ir -de nuevo- como niños, listos para que les sorprendan por primera vez. Abrams ha puesto mucho esfuerzo en crear una película para los fans y que al mismo tiempo abriera un camino bien asfaltado para las siguientes entregas. Es un placer volver a esta galaxia, volver a ver a viejos conocidos, conocer a algunos nuevos, descubrir nuevos lugares, vivir nuevas aventuras y emocionarse con cada fotograma que emana de la pantalla como si estuviéramos ante la fuente de la eterna juventud. No se puede expresar con meras palabras lo que significa para un servidor este regreso en plena forma. Es una película hermosa, fascinante, original, repleta de maravillas y con un ánimo férreo en lo que hace y en lo que cree. Su trama se beneficia de la misma sencillez que las primeras, el misterio también vuelve como aliado pero por primera vez es la nostalgia, una fortaleza que Abrams utiliza con fuerza pero sin excesos. Su película evoca mucho pero no copia, siempre avanza hacia nuevas aventuras y territorios pero sabe formar sus cimientos en la solidez de las originales. En términos de construcción de personajes seguramente Kylo Ren sea el mejor villano de la saga, algo contrario a lo que ocurre con el capitán Phasma que está absolutamente desaprovechado (esperemos que para otra entrega). Los nuevos fichajes son muy buenos, algunos destacarán más en el futuro, otros ya brillan con luz propia, como por ejemplo Oscar Isaac y John Boyega que están excelentes,pero destaca por encima de todo Daisy Ridley, ella es la auténtica joya de la película. Por último elogiar el sólido e inteligente guión y la dirección de Abrams: dinámica, personal y que en favor del respeto por la saga elimina algunas firmas propias que podrían no haber cuadrado bien.
Ya ven, finalmente mi texto es más un ligero monólogo que una reseña. Creo que con un analisis podría no captar las grandes virtudes de “Star Wars” y por eso estas líneas sólo son una introducción para lo único que realmente vengo a decir. Que vayáis a verla e intentéis dejar de lado cualquier expectativa, prejuicio u opinión ajena. Que dejéis volar vuestra imaginación para que esta obra pueda devolveros la emoción de tiempos mejores. Volver a escuchar la composición de Williams, volar por el hiperespacio en el Halcón Milenario, contemplar un buen duelo de sables laser. Son esos pequeños placeres que hay que recuperar cada poco tiempo para recordarnos lo lejos que puede llevarnos una película, lo que puede hacernos sentir. Yo no sería lo que soy hoy ni amaría el cine como lo hago si no fuera gracias a que un día en mi casa mi padre puso un VHS de una película llamada “La guerra de las galaxias”. La primera vez que vi a Darth Vader, a aquel joven Luke pensando en lo que le deparaba el horizonte, al cascarrabias de Han Solo, a la hermosa Princesa Leia o la aterradora estrella de la muerte. Pocas películas han llenado mis sueños como Star Wars, y por eso lo que ha hecho Abrams no hace más que apasionarme, devolver la saga al sitio que se merece, al corazón de millones de fans que odiamos a Jar Jar y amamos a los Ewoks (puede haber variaciones). “El despertar de la fuerza” empieza de forma genial, se desarrolla magníficamente y concluye con absoluta genialidad colocándose por encima de “El retorno del Jedi”. Espero ansioso lo que hará el talentoso Rian Johnson con el próximo capítulo, pero mientras tanto voy a volver al cine para ver esta nueva y maravillosa entrega. Así pues todas estas líneas no eran sino para deciros que vayáis al cine a verla y que estéis listos para emocionaros como hace 30 años que no lo hacíais. Y recordad siempre queridos amigos, que Han disparó primero.
Alejandro Arranz
Los nuevos personajes no fueron del todo de mi agrado pero la disfruté. Definitivamente con Star Wars, me llevé una gran sorpresa. Como espectadora que ha asistido a los estrenos de los films previos, que prácticamente ha crecido con la primera trilogía, sólo puedo decir que me he enfrentado a una sensación con doble filo. Por un lado, feliz de reencontrarme con los viejos personajes, de palpar a ratos el espíritu de los films originales, de sentir la fuerza correr por mis venas mientras disfrutaba de una más que brillante mezcla de efectos digitales y físicos (uno de los mayores aciertos del film); pero por otro estaba todo el rato por delante del film, sabiendo en cada momento lo que iba a pasar, algo que sólo debe estar destinado a los más que necesarios segundos visionados. Ejemplo: en cuanto Han Solo llama a su hijo, sabemos qué va a pasar, y el momento, aunque bien interpretado, no posee fuerza. Pero sería injusto acribillar la película por ser a ratos, demasiados, predecible y casi una fotocopia de los instantes de la película que lo empezó todo. Al final El despertar de la fuerza parece más una película nostálgica que funcionará como transición para la nueva etapa de Star Wars ahora bajo la administración Disney Studios.
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