-Es casi todo lo mala que puede ser una película de este tipo. Es burda, aburrida, reiterativa y está guiada por todos los clichés existentes dentro del género. Cine de Adam Sandler, sin Adam Sandler. Pero Efron y DeNiro están ridículos.
-Una vez me reí en esta película. No es broma, en 102 minutos tuve una de esas risas de acto reflejo fruto de algún chiste sexual un poco por encima de la vergonzosa media que establece el filme.
Puede que no sepáis quien es Dan Mazer pero seguro que os habéis reído alguna vez con alguna película en la que apareciera su nombre. Tranquilos, no es algo por lo que sentirse culpable o avergonzado. Bueno, un poco sí. Este guionista, productor y director estrenó hace poco en nuestro país una película titulada I Give It a Year. Era guionista y director de esta supuesta comedia romántica que despedazaba el matrimonio y las relaciones de pareja a base de humillaciones constantes. No estaba mal para lo que suele ofrecer. Y es que si habéis visto algo de Dan Mazer seguro que es porque ha sido productor, guionista y/o director de: la serie y las películas de Ali G, Borat, Brüno y El dictador. Y sí, obtuvo una nominación al Oscar por el guion de Borat. Todos estos esperpentos absurdamente satíricos y supuestamente osados disfrutan de un gran éxito de taquilla, la aprobación incomprensible de la crítica y el estatus de cine de culto por parte del público. A mi en general me parecen una chorrada para catetos que anda bien lejos de las virtudes que debe poseer el cine. Acepto que Borat era más ingeniosa, pero la escatología y la insistencia en provocar eran sus armas principales, y simplemente funcionó porque tocó en los puntos precisos. Ahora, lejos de Sacha Baron Cohen, el Dan Mazer director crea un interesante dúo reuniendo a Zach Efron con el más que acabado Robert DeNiro. Y si sois de los que pensáis que el actor de Raging Bull aún tiene qué decir, a la media hora de Dirty Grandpa habréis perdido toda esperanza. Voy a explicaros qué ofrece la nueva tontería del señor Mazer.
Estamos ante una película chabacana, analfabeta, pesada y con una especie de mensaje horrible que va formulando en torno al camino de tópicos que sigue desde el primer minuto. Básicamente va de un anciano que se queda viudo, y como premio por haber sido fiel a su esposa decide irse de viaje a vivir la vida loca y darle una alegría al churumbel. Se lleva a su nieto para destrozarle el matrimonio, porque como es más sabio que él, sabe lo que es mejor. Y durante 100 minutos de película seremos testigos de un tormentoso viaje (para el espectador, no para los personajes) por carretera, que ofrece chicas en bikini a cámara lenta, culos de chicas en bikini a cámara lenta, chicas en bikini bailando en posturas eróticas a cámara lenta y a Zach Efron sin camiseta en una película, para variar. También hay una buena lista de personajes patéticos que sobran completamente. Véase el primo imbécil del protagonista, la novia arquetipo del protagonista, los dos policías, el vendedor de drogas extranjero, el chico gay que sirve para ver como el personaje de DeNiro se ríe de su sexualidad pero realmente le respeta, el dúo de musculosos idiotas (qué ingeniosos los chistes de gordos), un DeNiro que para variar es un NavySeal lleno de habilidades ultrasecretas con problemas con su hijo, etc. Y por último están las prodigiosas líneas de diálogo repletas de gags y chistes que producen urticaria cerebral. Y es que prácticamente todas las palabras del guion son pene, vagina, culo, tetas, chupar, maricona y derivados. Para colmo los actores no podrían esta mas sobreactuados, incluso Zach Efron, que en esta ocasión ya parece una caricatura de la caricatura de su caricatura, dando el cante innecesariamente en una escena de canto para el olvido, como el resto de la película.
Dan Mazer le da una vuelta de tuerca a la mala calidad de su cine, ofreciendo algo cercano al santo grial del cine estúpido, aburrido e insultante para cualquier vida inteligente. Ni que decir tiene que una comedia que sólo me hace reír dos veces en 100 minutos es algo preocupante, aunque fuera de esperar cuando sus mecanismos de comedia se basan en mofarse de minorías raciales o sexuales, del peso de la gente, pintarrajear suásticas y penes en caras ajenas, bromear con la pedofilia, etc. De hecho es tan mala que parece que DeNiro lleva los últimos 20 años haciendo obras maestras. Así que váyanse de fiesta, destruyan el matrimonio de sus hijos o nietos, causen un escándalo público para ir a la cárcel, pillen un herpes veraniego o incluso esnifen o chútense un poco de crack si les apetece; pero no vean Dirty Grandpa, les puede causar secuelas irreversibles.
Alejandro Arranz
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