-Coogler realiza una película con identidad propia, que prioriza el contenido por encima de la evasión.
-La trama es floja y al filme le falta un mayor equilibrio entre seriedad y carisma.
Es la película de Disney-Marvel que más me ha dividido, y es casi la otra cara de la moneda de lo que fue Thor Ragnarok. Si aquella era un torrente de diversión alucinante sin apenas relevancia en el MCU, este debut marvelita de Ryan Coogler es sin duda algo trascendente dentro del canon. Una película de ideas en ebullición, que se esfuerza por convertir su espacio, Wakanda, en un lugar apegado a la realidad, y con una sociedad que piensa y siente, con tradiciones y con una evolución generacional compleja. Por supuesto lo más importante de ésto es que no hay otra producción de semejante tamaño que presente una alegoría social y racial tan bien formulada, que dé espacio a la diversidad de opiniones y ofrezca además un elenco de personajes femeninos inteligentes, poderosos y con motivaciones reales. Llámenlo condescendencia si quieren, pero se parece más al tipo de película que necesitamos aunque muchos cínicos no la quieran. Qué pena que además de ser el contrario del filme de Waititi en cuanto a relevancia también lo sea en cuanto a diversión. Black Panther es una de las películas menos entretenidas del reciente MCU.
Suena absurdo que Marvel pueda fallar más en temas de entretenimiento que de contenido, pero es más o menos lo que ha ocurrido en esta ocasión. Porque aunque la película de Coogler es más rica, auténtica, independiente e importante que la gran mayoría de películas de Marvel, también es mucho menos satisfactoria. Desde luego ese no es su único problema, tiene algunos más. A destacar por ejemplo una estructura narrativa repleta de trucos manidos y previsibles "plantings" que perjudican al tramo final. Sin embargo el que más peso negativo tiene es su incapacidad para desatarse del yugo que supone su condición de película de un gran estudio. Es una pantera más controlada que salvaje, como si tuviera miedo de salirse de los límites y rugir con voz propia en lugar de simplemente sobresalir dentro del canon. Por tanto el error no tiene relación con esa pérfida búsqueda de agradar al público, un pensamiento necio, se trata de no reproducir su mensaje con toda la profundidad y la fuerza que podría y debería, desaprovechando numerosas oportunidades de convertirse en una de las mejores películas del género.
Por otro lado su gran baza se encuentra en el increíble apartado visual. Nos adentra en un mundo que maravilla por su variedad de ambientes hermosos y vivos. Wakanda respira por todos sus poros, porque tiene una construcción coherente y hermosa de su historia, sus gentes, sus paisajes, etc. Sin embargo es innegable que la densidad de sus reglas y políticas agota un poco, lógico si tenemos en cuenta que no todo el mundo es capaz de presentar mundos y personajes -de golpe- con el talento de Jim Starling. Y en cuanto a personajes no hay apenas inconvenientes, ya que Coogler y el guionista Joe Robert Cole son capaces de poner a casi todos frente a conflictos muy interesantes, en algunos casos resueltos de forma simplista. Boseman, un fascinante secundario en Civil War, no interesa igual como protagonista, y queda relegado ante sus compañeras de reparto. Lo mejor proviene del villano de Michael B. Jordan, Killmonger, un archienemigo sólido y con motivaciones que no parecen difíciles de compartir hasta cierto punto. Sin duda entra en el top de mejores villanos del MCU, aunque desluce por el notorio contraste que existe cuando falta el carisma de Ulises Klaw, impagable Andy Serkis. De hecho es probable que a demasiadas cosas les falte carisma en esta película, impresión que se hace evidente durante un clímax desechable en el que todo parece de manual, y con una pelea final fea e insípida entre dos monigotes de CGI.
Es de agradecer que Black Panther funcione mejor como mensaje social que como vehículo de entretenimiento. Ryan Coogler ha realizado una película sólida, visualmente hermosa, con abundantes ideas y la habilidad de llevarnos a lugares (no estrictamente físicos) a los que jamás hubiéramos pensado llegar en un filme de Marvel-Disney. Me gustaría que fuese más divertida y menos esquemática acorde con sus riesgos en otros apartados, pero más que eso hubiera querido que la película sacase las garras para hacerse realmente importante en nuestro contexto sociopolítico. De todos modos atención a su primera escena post-créditos, sin sutilezas.
Alejandro Arranz
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