-La película más humana de Burton en más de una década. Sin embargo este drama biográfico no tiene la fuerza esperada, es normal y corriente aunque está bien hecho.
-Algunas ideas visuales y del guión, junto con dos geniales interpretaciones de ambos protagonistas avalan la película de Burton. Si no te sabes la historia deberías verla.
Que Tim Burton hace casi una década que no levanta cabeza es algo que pensamos muchos y que seguir trabajando con Johnny Depp lo único que hace además de aburrir es empeorarlo, también. Así pues cuando me enteré del nuevo proyecto del excéntrico director pensé que era el cambio de registro que necesitaba para volver a crear el cine tan estupendo de su época dorada. Burton y sus guionistas, Scott Alexander y Larry Karaszewski (Ed Wood), narran la historia real de Margaret y Walter Keane. Que en los años 50 y 60, tuvieron un éxito enorme gracias a los cuadros que representaban niños de grandes ojos. Margaret era la artista pero Walter se atribuía el mérito porque era muy hábil para el marketing y opinaba que los cuadros de mujeres no se vendían. Así pues Tim lleva a la pantalla esta necesaria historia aunque tal vez no de la mejor manera. Le falta vida y le sobra maniqueísmo y simplicidad. De cualquier manera el director de “Big Fish” cuenta con un buen equipo. El oscarizado director de fotografía Bruno Delbonnel (Amelie), su habitual compositor y amigo Danny Elfman (que trabajó con él en todas sus películas salvo “Ed Wood”) y un reparto de auténtica joya, encabezado por Christoph Waltz y Amy Adams. Continuan la lista varios secundarios de renombre: Danny Huston, Jason Schwartzman, Krysten Ritter, Terence Stamp, Heather Doerksen, Emily Fonda y Jon Polito -entre otros-.