-La mejor película de terror que he visto en años (ex aequo con “Expediente Warren”). No solo es terrorífica, es además inteligente, innovadora y poética.
-Lo que realmente asusta en “Babadook” son los miedos internos y reales, no los monstruos de debajo de la cama, y eso es inquietante.
La australiana Jennifer Kent presenta su ópera prima, la película de terror que ha causado furor esta temporada. No sé ustedes pero un servidor es todo un escéptico para este género. Cada nueva película de terror que llega a los cines es recibida con innumerables elogios por parte de crítica y público, sin embargo yo siempre acabo indignado e insultado. No hay duda de que este género lleva muerto muchos años y que a penas hay un par de apuestas interesantes que vale la pena ver. Por esa razón por mucha opinión positiva que hubiera leído sobre “Babadook” no he creído en ningún momento que fuera a ser nada más que lo mismo de siempre, es decir, una película tonta, tópica, vacía y apoyada completamente en los habituales trucos manidos del género. Entonces se apagaron las luces...y lo que presencie fue sencillamente sobrecogedor, un filme de terror no apoyado en efectismos sino en ideas, algo realmente insólito y aterrador.
Lejos de lo efectos especiales, los ruidos repentinos y el exceso de sangre; “Babadook” es terror clásico y al mismo tiempo algo completamente nuevo, sin demasiado presupuesto y sin trucos baratos. Se puede decir que la simpleza es su mejor aliada pero eso podría interpretarse mal y desacreditar esta grandísima apuesta del género. A lo que me refiero más bien es a que la debutante Jennifer Kent ha decidido superponer las ideas a cualquier otra cosa, tratando multitud de temas como la perdida, el dolor, la nostalgia, etc. Quiere meterse en tú mente a través de los miedos más reales de la psique humana y ten por seguro que lo conseguirá. El guión de la antaño actriz esquiva cualquier recurso típico y cualquier camino habitual, deja a un lado clichés y exorcismos varios. Se centra en sus dos personajes principales, en sus temores y en como los van consumiendo. Por ello la que se ha convertido por derecho propio en la mejor película de terror de los últimos años no va de monstruos escondidos en el armario, sino de lo peligrosa que puede ser la mente del ser humano. Es un tipo de terror que puede y debe atemorizar, porque no tiene nada de sobrenatural.
La dirección es estupenda, solamente con los recursos más básicos y un acerado trabajo de fotografía se logra poner los pelos de punta, además el ritmo de la cinta está controlado a la perfección. Otro punto a favor son los actores, Noah Wiseman puede llegar a resultar insoportable pero sin duda ese era el objetivo y Essie Davis hace un papel inquietántemente bueno. Por último me gustaría comentar el diseño del Babadook, soberbio y muy aterrador, bien podría convertirse en uno de los nuevos monstruos que atemorizarán a los niños -y a los adultos- durante décadas. Así pues, la actriz, guionista y directora Jennifer Kent debuta con una ópera prima sencillamente magnífica, la mejor película de terror de la última década y puede que del siglo (ex aequo con “Expediente Warren) y una de las mejores películas del 2014, un clásico instantáneo del género.
Una de las mayores sorpresas del año, una cinta de terror que da verdadero miedo. Inteligente, pausada, tensa, dirigida con mano firme e interpretada con habilidad. Es la película de terror que todos estábamos esperando. Sin litros de sangre, ni insoportables golpes de sonido, con una firme creencia en las buenas ideas por encima de cualquier otro truco efectista. Jennifer Kent firma esta gran obra del género que hace que no vayamos a quitarle el ojo de encima en futuros proyectos. Y vosotros queridos lectores acercaos a vuestro cine más cercano para “disfrutar” de este rotundo triunfo convertido instantáneamente en película de culto. Y recordad...no dejéis entrar al Babadook.
Alejandro Arranz
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