sábado, 17 de enero de 2015

Crítica de “La teoría del todo”

-Conmovedora, elegante y realizada con respeto y mucha destreza. Este drama biográfico sobre uno de los mayores genios de la historia llega al corazón sin olvidarse de la mente.

-Las dos interpretaciones principales convierten esta historia en una de las más cautivadoras del año. Incluso cuando el filme se topa con problemas, les tiene a ellos para apoyarse.

Estamos en plena temporada de premios, con las nominaciones a los Oscar desveladas hace tan solo unos días. Se nos presenta un mes con mucho ajetreo cinematográfico, un servidor tiene un buen puñado de cintas a visionar hasta el 22 de Febrero, día de la 87 edición de los premios de la academia. Lo primero es lo primero y la gripe no me iba a impedir analizar una de las favoritas de la inmediata gala académica. La historia de la relación entre el célebre astrofísico Stephen Hawking y su primera mujer Jane ha conquistado a crítica y público por igual, no era menos esperar que los académicos cayeran rendidos también. James Marsh (Agente Doble) es el director de este drama biográfico que intenta profundizar en tres aspectos de la vida del genio británico: la vida personal, la profesional y su enfermedad. Para ello el guionista Anthony McCarten adapta el libro de Jane Hawking, “Travelling to Infinity – My life with Stephen”, su trabajo le ha merecido una nominación al Oscar a mejor guión adaptado. Por último pero no menos importante está el reparto, y como es costumbre en el cine británico podemos encontrarnos un grupo de actores de gran calidad. Eddie Redmayne y Felicity Jones dan vida a la pareja protagonista y les sigue un capacitado elenco: Emily Watson, David Thewlis, Charlotte Hope, Charlie Cox, Adam Godley, Harry Lloyd -entre otros-.

Si bien como he dicho antes se intenta profundizar en los tres aspectos de la vida de Hawking, es la vida privada del astrofísico la que más desarrollo tiene con diferencia, el aspecto profesional y su enfermedad quedan bastante por detrás de la historia de amor entre Stephen y Jane. Una historia contada con sumo respeto y con un elegante y ligero sentido del humor. De este modo quien quisiera presenciar una retrato de los logros profesionales de este gran hombre se sentirá decepcionado, pues en eso el filme se queda bastante corto. La nominación a mejor película estaba clara desde el principio, la extraordinaria historia de un hombre extraordinario que cuenta además con un Redmayne sencillamente espectacular, suficiente para que la academia la vea como una de las mejores películas del año. Sin embargo para este cronista estamos ante un biopic bastante ligero, que no logra hacerle honor a la figura retratada más que por las interpretaciones de sus protagonistas, que si se merecen su nominaciones por el trabajo realizado. “The Imitation Game” y esta “La teoría del todo” son dos buenos biopics británicos que nos cuentan increíbles historias sobre personajes fascinantes y que cuentan con grandísimas actuaciones, sin embargo ninguno de los dos merecen la nominación a mejor película, menos aún cuando otro biopic británico tan potente como “Mr. Turner” ha sido olvidado por la academia.

Volviendo al tema tratado, la película de Marsh funciona estupendamente, a poco que te interese la figura retratada. Es inteligente y su humor rezuma elegancia y un poco de picardía que cuadran a la perfección con Hawking. Marsh dirige con mucha corrección, se aprovecha al máximo de sus actores y narra de forma ejemplar centrándose por encima de todo en los personajes, una decisión que le ayuda a conseguir algún que otro momento realmente conmovedor, sin ningún tipo de efectismo barato. La banda sonora de Johann Johansson es excelente, fuerte candidata a alzarse con la estatuilla, aunque en mi opinión está por debajo del trabajo de Zimmer y Desplat. Aún con sus evidentes virtudes hay problemas importantes, el hecho de que el personaje de Jane ayudado por el fantástico trabajo de Felicity Jones cobre importancia hasta hacerle sombra al personaje protagonista, es un inconveniente importante que acaba restándole méritos a la cinta. Por otro lado varias elecciones visuales me parecen un poco feas, me recuerdan en algunos casos a un anuncio de Channel; el montaje es bueno. Un poco más de dos horas para contar casi tres décadas de la vida de uno de los mayores genios que han existido, poco tiempo para poder hacerle justicia a cualquiera de sus facetas. Sin embargo ahí esta Redmayne, entregando una actuación extraordinaria, una increíble metamorfosis dispuesta a pelear por el Oscar hasta con el mismísimo Michael Keaton.

Un drama biográfico ligero y con problemas pero que funciona extremadamente bien. Es elegante, respetuoso y además cuenta con un estupendo sentido del humor, una impecable banda sonora y una realización modélica. Básicamente lo que van a ver es una parte ínfima de la historia de un hombre demasiado complejo y extraordinario para ser diseccionado en dos horas. Un biopic que prefiere tomar el camino del drama y que se apoya en sus dos portentosas interpretaciones protagonistas para alcanzar una categoría que por si solo no sería capaz de lograr. Sólo por Redmayne y Jones el precio de la entrada ya merece la pena.


Alejandro Arranz

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