-Vulgar comedia de corte videoclipero, a penas me río dos veces en todo el filme y aún así no se pasa un mal rato viéndola.
-A pesar de algún cameo interesante y un par de gags agudos la película no es sino la típica chorrada sin gracia. Eso sí, comparada con la anterior película de Sean Anders ésta es una joya.
El director Sean Anders viene de dirigir una de las películas más espantosas que he tenido que soportar en los últimos años, “Desmadre de Padre”, una de esas cinco o diez barbaridades que Adam Sandler se atreve a hacer cada año. Sin embargo esta vez el también guionista de “Somos los Miller” y la más reciente “Dos tontos todavía más tontos” se encarga de realizar la secuela de la comedia negra de Seth Gordon, “Como acabar con tu jefe”. Aquella contaba con una buena premisa y un par de actores a los que nos encantaría ver desatados, por desgracia finalmente no fue más que la típica comedia chorras, falta de ingenio pero con algún momento bastante divertido que llevarse al gaznate. En esta ocasión no debemos esperar más que un refrito de la fórmula que hizo a la primera un éxito de taquilla. Y ciertamente lo es, pero hay elementos bien seleccionados a pesar de contar con un desarrollo inexistente o más bien poco creativo. El detalle de que en esta ocasión sean ellos los jefes está bien aunque podría haberse aprovechado más, como este hay otros puntos que no puedo desvelar pero que iréis viendo si finalmente os decidís a verla. Pero bueno, estoy entrando en materia antes de zanjar el planteamiento así que volvamos a lo que nos interesa. Regresan los guionistas de la primera entrega, John Francis Daley y Jonathan M. Goldstein, asimismo repite la mayoría del reparto como: Jason Bateman, Charlie Day, Jason Sudeikis, Jennifer Aniston, Jamie Foxx y Kevin Spacey. Dos nuevas e importantes incorporaciones son las de Chris Pine y Christoph Waltz.
Bien, después de todo el punto de partida de esta comedia es bastante acertado, no por la idea sino porque está llevado con buena mano. Los veinte primeros minutos llaman la atención e incluso llega a parecer que la cinta de Anders va a tomar un camino diferente. Claro que ser confiado es de gente ingenua y a partir de ahí volvemos a la fórmula dada. Los perspicaces puntos del guión que podrían hacer destacar esta insípida comedia gamberra algo por encima las demás no son aprovechados y por esa razón nos encontramos con más de lo mismo y bastante menos gracioso de lo normal. No obstante la labor de dirección así como el montaje son realmente convincentes y provocan una sensación de entretenimiento constante, a pesar -incluso- de que no te vayas a reír prácticamente nada en todo el metraje. Bueno, no te reirás a no ser que tengas un sentido del humor muy simple, en cuyo caso disfrutarás lo indecible. Volviendo al tema de dirección y sobre todo de montaje, si bien no me gusta nada el corte videoclipero debo reconocer que a esta cinta le sienta de perlas. Y además forma parte de esos elementos que hacen a esta una fórmula de éxito, dudo que haya muchos adolescentes que se resistan al humor de esta secuela, o a Jennifer Aniston.
El reparto es una de las mayores bazas del filme, Bateman, Day y Sudeikis seguramente satisfarán con creces al “target”, pero por si acaso se necesitan un buen puñado de caras conocidas que tengan uno o dos momentos de gloria para atraer a un público algo más exigente. Aniston continúa igual de sexy que en la anterior entrega, Foxx entre momento bueno y momento insulso cumple la misma función que la última vez, y Waltz (a priori lo más interesante del filme) contra todo pronóstico no explota histriónicamente para nuestro deleite. Los dos aciertos rotundos son Spacey y Pine, el primero no necesita ni buenos diálogos, su mera presencia ya es motivo de interés. Pine por otro lado nos descubre una faceta nueva que resulta sorprendentemente genial, es sin duda lo mejor de la película. El entretenimiento aunque estúpido y sin gracia funciona, como bien dije antes, se ve sin problemas hasta llegar a ese final donde tenemos unos cuantos minutos de acción que también forman parte de la fórmula, al igual que pasaba en “The Interview”. De este modo el tramo final cambia un poco las cosas para no resultar del todo cansino, y mediante uno o dos giros de guión, alguna escena absurda a cámara lenta y un toque emocionante se consigue concluir a gusto del espectador.
Más de lo mismo, le pese a quien le pese y le guste a quien le guste. “Cómo acabar sin tu jefe 2” es otra comedia gamberra que ni tiene mucho de comedia ni mucho de gamberra; es ligera, amable y con algún momento divertido pero tampoco muy allá. De este modo tenemos otra película del género que apuesta de nuevo por una fórmula testada, aporta suficiente dosis de entretenimiento para contentar al tipo de espectador al que va dirigido y como extra cuenta con eficaces labores de dirección y montaje, así como un buen puñado de cameos donde destaca la labor de Chris Pine. Aún así, reírse dos veces con una comedia de 108 minutos es un pecado.
Alejandro Arranz
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