-Demoledor, trepidante, calibrado como un reloj suizo, uno de los blockbusters más emocionantes y prestidigitadores de los últimos años. Ir al cine y sorprenderse a día de hoy se agradece.
-Puede que sean los 103 minutos más tensos, asfixiantes e intrigantes que haya vivido en una sala de cine desde “Moon” (2009). Goodman es una bestia interpretativa.
Muchos grandes nombres rodean la producción de esta 10 Cloverfield Lane anteriormente titulada Valencia. No sólo el de J.J. Abrams en grande, negrita y subrayado como productor/¿director?; también está un amante de las tramas laberínticas como es Drew Goddard y un guion a tres manos con Damien Chazelle (Whiplash) a la cabeza. Si a ésto le sumamos a Mary Elizabeth Winstead (The Thing, Kill the Messenger) y a John Goodman protagonizando la cinta, así como una de las campañas de marketing más potentes, misteriosas y apetecibles de los últimos años; el resultado es un público ansioso por ver la secuela espiritual de Cloverfield (Monstruoso en nuestro país). Ahora entre trailers, fotogramas y asfixiantes campañas de marketing, entras a la sala de cine sabiendo todo lo que va a ocurrir de antemano. Y por si no fuera poco, es probable que te encuentres un filme en el que todo resulta previsible al guiarse por una fórmula manida hasta la nausea Sin embargo Abrams es una de las únicas personas de la industria que creen en la falta de información y el enigma como poderosos aliados para vender entradas. Lo hizo en Super 8 y le funcionó muy bien, aquí lo lleva un paso más allá y el resultado es todavía mejor. Tenemos en cartelera una de esas joyas que hacen honor a aquello de “La grandeza nace de pequeños comienzos”.