-Tiene las virtudes exactas para hacer que su público específico se vuelva loco de placer. Los que busquen ser sorprendidos más allá de la forma, van a sentirse un poco atracados.
-Hillcoat es fiel a si mismo incluso en el cambio de género. Su película tiene ritmo, potencia visual, atmósfera, osadía y la misma esencia de tragedia griega que casi toda su obra. Si está dispuesto a obviar unos cuantos problemas de trama y personajes, va a ser golpeado por un irresistible obús.
Tras probar suerte con la Gran Depresión y decepcionar a no pocos de sus seguidores (entre los que un servidor no se encuentra), John Hillcoat se pasa al neo-noir moderno con un thriller de atracos, policías corruptos, lazos de sangre y bandas callejeras. A priori no parece estar tan lejos de esa obra maestra creada por David Simon y con el título “The Wire”. Lo que sorprende en primer lugar es que Hillcoat no ha contado -como siempre hasta ahora- con nuestro querido Nick Cave, que colaborara como guionista y/o compositor en el resto de su obra. Así pues, la música corre a cargo del ganador del Oscar por “Social Network”, Atticus Ross, y el guión, del debutante Matt Cook. Por último tenemos la mayor baza del filme de cara a la taquilla, su increíble elenco de estrellas. El susodicho reparto está compuesto -entre otros- por: Casey Affleck, Chiwetel Ejiofor, Anthony Mackie, Aaron Paul, Norman Reedus, Woody Harrelson, Kate Winslet y Gal Gadot. Este breve párrafo introductorio nos conduce a una pregunta importante. ¿Ha engendrado Hillcoat una criatura heredera meritoria de “The Wire”?
La respuesta es negativa. “Triple 9” pudo haber sido una de las mejores películas que el género haya dado en la última década, pero ha acabado por ser otra cosa bien distinta. Es inviable obviar la de aciertos, virtudes y puntos fascinantes de la apuesta de Hillcoat, lo es también apartar la vista de la pantalla durante su visionado; pero en la retrospectiva ulterior el filme no aguanta el análisis, el conjunto cae por su propio peso. Vamos a ver el porqué. Empieza muy bien, Hillcoat nos lleva a las sombras en una primera escena de los más conveniente, el atraco posterior pone de manifiesto por donde van a ir los tiros de la propuesta. El desarrollo subsiguiente será el planteamiento de otro golpe y una búsqueda entrecruzada de la banda responsable por parte de los policías. No necesito contar más para enumerar los pros y los contras de la cinta. Hillcoat ofrece una dirección que es puro nervio y que no decae (excepto en cierto punto del tercio final), sabe equilibrar las pausas con la acción, manejar la tensión y además realiza un impactante retrato de una Atlanta urbana, sucia, cruda y sombría; ayudado de una estupenda fotografía oscura de Nicolas Karakatsanis (“The Drop”), parcialmente iluminada por los tonos rojos y amarillentos de algunos neones y farolas a punto de desplomarse. Tenemos por tanto un apartado visual sórdido, lóbrego y al mismo tiempo hipnótico que contrasta -aunque suma- con la impecable labor de sonido. Y frente al apartado visual también encontramos contrastes en el tratamiento de las excelentes escenas de acción, (de ritmo y coreografías perfectas) poseedoras de un realismo que pocas veces se observa en este tipo de películas. Por último antes de pasar a los contras, elogiar a la mayor parte del reparto, empezando por la gélida y brillante Kate Winslet y acabando por Casey Affleck, que mejora papel a papel hasta llegar a ser uno de los actores más interesantes de su generación. En cuestión de contras se nota que el guión está escrito por un debutante. La trama es muy simple, narrada de forma confusa en algunos tramos (la narración no es el fuerte de Hillcoat) y casi todo resulta previsible puesto que se dedica a seguir los clichés del género. Además la superficialidad tanto narrativa como dramática es irritante, al igual que el inexistente trabajo de construcción de personajes (muy unidimensionales), en particular los lamentables personajes femeninos (no resisten ni el examen más mínimo). Por último, el guión también es escaso a la hora de hacer entender las relaciones entre los personajes, las motivaciones de estos o aspectos relevantes de la trama.
“Triple 9” es una especie de malograda mezcla entre “Thief”, “Training Day” y “Heat”; cuyas partes aisladas transpiran grandeza pero cuyo conjunto deja mucho que desear en lo que a texto, subtexto y sustancia se refiere. Pese a la simpleza de su guión, a su falta de drama y explicaciones, al cúmulo de situaciones tan semejantes a las de tantos otros thrillers y a esa frialdad de apariencia intencionada que hace imposible la participación del espectador; como thriller moral y triunfo del estilo y la atmósfera, aprueba gracias a su reformulación estilística del noir americano, sus elevadas cotas de tensión e intensidad, su ritmo perfecto, su capacidad de entretener e hipnotizar y su increíble reparto. Sin embargo, se ha perdido una gran oportunidad.
Alejandro Arranz
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