viernes, 19 de junio de 2015

Crítica de “Lejos del mundanal ruido”

-La mejor adaptación de la novela de Hardy. Excelentemente dirigida e interpretada.

-Aún con sus irregularidades y ciertos cambios no del todo acertados, este es un drama de época fascinante, moderno, apasionado y rico en matices.

Esta nueva adaptación del clásico de Thomas Hardy pintaba muy bien desde el principio, y un servidor se lamenta, porque estrenándose en estas fechas -en nuestro país- no creo que vaya a tener gran cantidad de público. Sin ir más lejos ayer eramos -literalmente- cuatro personas en la sala, algo que siempre resulta triste, más aún si pienso que la misma sesión de “Jurassic World” estaría seguramente hasta arriba de público. El encargado para dirigir esta nueva adaptación es el danés Thomas Vinterberg (“La caza”), co-fundador del movimiento cinematográfico Dogma 95. En el guión, el británico David Nicholls (“One Day”, “Grandes Esperanzas”). Y para ponerle el broche de oro a esta trinidad encontramos un reparto de lujo: Carey Mulligan, Matthias Schoenaerts, Michael Sheen, Tom Sturridge, Juno Temple y Jessica Barden -entre otros-.

La película es como su protagonista: Vigorosa, valiente, refinada, hermosa y voluble. Con todo lo que ello implica, para bien y para mal. Vinterberg le aporta agilidad a la narración y consigue una especie de consonancia métrica con los textos de Hardy. Así pues el ritmo es ágil y los giros de guión están -casi todos- bien medidos. No obstante algunos tramos importantes resultan más vacíos de lo que deberían y no logran conectar emocionalmente con el espectador, también hay varios momentos con regusto a melodrama. Problemas que siempre surgen cuando intentas adaptar a la gran pantalla una obra de semejante calibre, y en esta ocasión al humilde parecer de este cronista, se ha hecho con honestidad y buen hacer. Visualmente el filme resulta fantástico, rodado y montado con un raro clasicismo que chiflará a los amantes de los dramas de época. La directora de fotografía Charlotte Bruus Christensen (“La caza”) vuelve a demostrar que no debemos quitarle los ojos de encima a sus posteriores trabajos. Antes de pasar a temas de guión y actuación, quiero hablar de la magnífica banda sonora de Craig Armstrong, que acompaña perfectamente al sentir del filme de Vinterberg. De lo mejor que ha hecho el compositor.

El anterior trabajo de Nicholls fue la adaptación de “Grandes Esperanzas”, un drama de época fiel a la novela de Dickens pero demasiado modesto y pendiente de resultar correcto. En esta ocasión Nicholls también ha buscado -mayormente- la fidelidad para con la novela de Thomas Hardy pero creo que ha hecho un trabajo más redondo, que sumado a la labor de Vinterberg y de un vibrante reparto ha logrado captar a la perfección la historia y a los personajes que el novelista británico creó hace más de un siglo. Pese a algunos problemas y cierto exceso dramático, los personajes están bien definidos, aunque el guión se toma algunas licencias que aparte de modificar escenas importantes cambian las motivaciones de algunos personajes y les resta complejidad. Algo que reparan los propios actores con unas interpretaciones sensacionales. Mulligan se funde con su personaje y resplandece en los primeros planos como pocas actrices y actores podrían, realiza un trabajo de premio. El resto de secundarios, en especial los tres pretendientes (Sheen, Schoenaerts y Sturridge), añaden un buen número de matices a sus respectivos carácteres, transmitiendo con sutileza y fuerza emociones que de otra manera sería muy difícil hacer llegar al espectador, y al mismo llevan en sus pupilas la tragedia inherente a la novela.

Thomas Vinterberg firma la que es hasta el momento la mejor adaptación de la cuarta novela de Hardy. Un drama de época fascinante a grandes rasgos y repleto de emociones y detalles estimables pero traicionado por su volubilidad, que le lleva a presentar tramos faltos de consistencia e incluso confusos. Las interpretaciones son maravillosas, cada gesto y cada mirada nos trasportan al mundo de Hardy, nos introducen en esa historia de amor, dolor, celos, posesión y falsas apariencias a través de los ojos de esa hermosa e independiente Bathseba Everdene, una mujer adelantada a su tiempo.


Alejandro Arranz

No hay comentarios :

Publicar un comentario