-Deben aventurarse en este viaje comprendiendo que el sentido fundamental del terror no es ser coherente, complaciente o sobrio, sino aterrador.
-Una historia interesante, una atmósfera densa y un apartado visual para perderse en él. Si les gusta el terror gótico tienen aquí una cita obligada.
Sé de sobra que no ha gustado demasiado este demente trabajo de Gore Verbinski, pero a mi me ha entusiasmado. He dejado que repose el tiempo suficiente y sigue retorciéndose en mi mente como una anguila colérica. Porque es una película bastante subversiva, que sale de los terrenos marcados y respira con pulmones propios. Uno de los trabajos más personales y autorales de este cineasta que tras sorprender con su remake de The Ring me cautivó con una de las mejores comedias dramáticas de la primera década del siglo XXI, The Weather Man, y con una cinta de animación con la que rompí el aplausómetro, Rango. También es cierto que su anterior película, la adaptación larga, aburrida, tópica y absurda de The Lone Ranger, fue una tortura. Pero solo es porque este señor necesita salir de los proyectos de encargo y trabajar según sus términos, germinando hasta convertirse en una especie de enfant terrible surgido de Hollywood. Eso ha hecho en esta ocasión, con la ayuda del desigual guionista Justin Haythe (Revolutionary Road, Snitch), y el resultado no dejará indiferente a nadie. No esperaba menos de Verbinski.