Apenas en un parpadeo el tiempo ha pasado y volvemos a estar a unos pocos días de una de las ceremonias de premios más importantes y legendarias del planeta. Una ceremonia que une a millones de personas delante del televisor -o del ordenador- hasta unas horas inconfesables para rememorar y galardonar otro año de cine. Aunque los “Blogos de Oro” molan mucho más, me estoy refiriendo a los Oscar. Como cada año hemos dejado atrás una interminable lista de festivales (Toronto, Sitges, Berlín, Venecia, etc), galardones de Asociaciones (de críticos, actores, directores, guionistas, productores, etc), premios que son fuente de conjeturas de cara a los Oscar (“Globos de Oro”, “Bafta”, "César") e incluso nuestros apreciados Goya. Al final de la temporada de premios siempre está la carrera por los Oscar, con un aparatoso cartel de “meta”. Personalmente considero estos premios un politiqueo barato que tiene en cuenta todo menos las virtudes reales de las producciones y las personas que trabajan en ellas, pero ya desde pequeño verlos se convirtió en tradición. Y vale, también me gusta observar cual “voyeour”, como la gente de las redes sociales se enfurece criticando los vestidos de los famosos hasta niveles que demuestran nuestra necesidad de evolucionar. Ahora en serio, continúo hablando de estos premios casi centenarios otorgados por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas en reconocimiento de los profesionales de la industria cinematográfica.
viernes, 24 de febrero de 2017
Crítica de "Fences"
-Aunque puede ser una película fiera y conmovedora en algunos tramos, no consigue librarse del lugar que le corresponde, el teatro. El texto es puramente teatral y la puesta en escena en plana.
-Es un trabajo admirable que no está nada bien enfocado. Se siente largo y algo fatigoso, pero los intérpretes lo sacan adelante cada vez que parece perdido.
Esta es la tercera película de Denzel Washington como director. En 2002 estrenó su ópera prima, Antwone Fisher, un sólido drama en el que ya dirigió a Viola Davis. Cinco años después llegaba a carteleras The Great Debaters, otro drama de admirables ambiciones, aunque con unos cuantos peros y dudosas decisiones, con el que optó al Globo de Oro. Ahora se mete de lleno en la carrera de los Oscar con su tercer largometraje, el cual lleva intentando sacar adelante bastante tiempo. Más concretamente desde que en 2010 protagonizara junto a Viola Davis la obra homónima ganadora del premio Pulitzer y escrita por August Wilson, que intenta mudar al medio cinematográfico en esta ocasión. De aquella, ambos actores recibieron el premio Tony por sus interpretaciones, y ahora que retoman los mismos papeles, ambos optan a alzarse con el preciado Oscar. Está claro que el filme se beneficia de que Washington se conozca la obra y a su personaje de memoria, pero incluso con esa ventaja, conseguir que la obra funcione en el cambio de medio, es una tarea harto complicada.
miércoles, 22 de febrero de 2017
Crítica de "La tortuga roja"
-Una película de animación que aún cree en el extraordinario poder de las imágenes. No hay ni un diálogo, ni falta que hace.
-Posee una pureza insólita que debe ser aplaudida tras ser disfrutada; aunque casi a mitad de metraje me quedo náufrago y desconectado de la película. Una lástima.
Este año todo el mundo está muy contento con las propuestas animadas, menos un servidor. Zootrópolis y Moana me agradaron bastante sin llegar ni de lejos a la calidad de algunos títulos que han brillado en los últimos años, me decepcionó -y mucho- La fiesta de las salchichas, por último Kubo y las dos cuerdas mágicas me pareció una película irreprochable técnicamente, pero con una trama esquemática y sin el calado emocional, la madurez o la sencilla complejidad de otras obras de Laika. Me quedaban dos apuestas muy interesantes, La vida de Calabacín y La tortuga roja. De momento vengo a hablar de la segunda, que apenas se ha estrenado en unas pocas salas de nuestro país. Es la primera producción del estudio Ghibli firmada por un director occidental. Este honor recae en Michael Dudok de Wit. Un animador holandés que hasta ahora solo había estado al frente de cortometrajes. No obstante, todo su trabajo ha sido muy bien recibido y de hecho su película, Father and Daughter, obtuvo el Oscar a “Mejor cortometraje de animación”. En esta ocasión, y tras diez años de duro trabajo, nos ofrece la historia de un náufrago y su relación con la isla que lo retiene, así como las criaturas que habitan en ella. Gracias a esta historia, vuelve a entrar en la carrera de los Oscar, porque su nueva película está nominada en la categoría de “Mejor largometraje animado”. Ahora bien, ¿merece ganar?
domingo, 19 de febrero de 2017
Crítica de "El nacimiento de una nación"
-Sus intenciones sociales y cinematográficas se ven truncadas por los excesos constantes. Todo ésto lo hemos visto antes y no era tan vacuo ni inmoral.
-Hay cineastas y guionistas que nacen para ser provocadores. Hay otros que buscan la forma de serlo, aunque como el señor Nate Parker, no todos lo hacen por los motivos correctos. Ni de las formas adecuadas.
Es innegable que esta película llega en un momento inmejorable, no solo por la actual situación política y social, sino porque este es el año en el que los Oscar ven la necesidad de resarcirse con las personas de color tras dos años de vacío. En especial el polémico año pasado con aquel perspicaz “#Oscarssowhite”. Así que el actor Nate Parker decide debutar en la dirección y volver a probar suerte como guionista, junto al debutante Jean McGianni Celestin. Lo hace con un drama sobre la esclavitud basado en la historia real de Nat Turner, precursor de la lucha racial que llevaría a todo un país a la revolución que desató la Guerra de Secesión. Que el título sea The Birth of a Nation no es en absoluto casualidad, sino que se manifiesta como un grito de protesta del director frente al sangrante racismo exhibido en la famosa película de D.W. Griffith. Lo que a priori parece un intento de que el nacimiento de la nación se adhiera al nombre de Turner, a posteriori del visionado suena más a la pretensión de que se le atribuya el título a Parker en lugar de a Griffith. Sea como fuere, su frustración con aquella película es comprensible y su intención de ofrecer la otra cara de la moneda puede verse admirable. Sin embargo, su forma de hacerlo es grotesca. Por eso vengo a contaros mis motivos de irritación para con esta película de Nate Parker.
sábado, 18 de febrero de 2017
Crítica de "Jackie"
-Larraín ha creado una de las mejores películas del año. Un biopic fuera de toda norma, que le permite a Natalie Portman brindar su mejor interpretación hasta la fecha.
-Una historia sobre la propia historia y sus partículas elementales, también el valiente retrato de un personaje fascinante. Todo un triunfo.
A pocos días para la gala de los Oscar, aún faltan por aparecer algunas candidatas que se consideran citas obligadas. Entre ellas está Jackie, que se estrena este fin de semana en nuestras carteleras. Es la primera película en inglés del cineasta chileno Pablo Larraín y por desgracia también la última película del recién fallecido y ya legendario actor, John Hurt. Aunque la curiosa anécdota que genera este hecho triste, resulta muy apropiada. Pues como Jackie Kennedy, esposa de JFK y protagonista de este biopic, John Hurt también ha pasado ya a la historia, aunque -en este caso- a la del séptimo arte. No obstante, la cara principal de esta película es una casi omnipresente Natalie Portman, que se encarga de darle vida al personaje en los días posteriores al asesinato de su marido. Entre los secundarios encontramos a: Peter Sarsgaard, Billy Crudup, Greta Gerwig y John Carroll Lynch. Por último, el encargado de escribir el guion es Noah Oppenheim, que tras sus mediocres trabajos en adaptaciones juveniles (El corredor del laberinto, Divergente: Leal), da la sorpresa con un trabajo vigoroso, atrevido y con magníficos diálogos. Ahora viajemos hasta los años 60 y veamos si la sonrisa de Jacqueline seduce como antaño.
viernes, 17 de febrero de 2017
Crítica de "Cincuenta sombras más oscuras"
-Una película que une géneros, razas y religiones en un entrañable despliegue de odio sabio y justificado. Solo apta para idiotas, sádicos, cinéfagos de profesión y coprófagos diagnosticados.
-Lo mejor: El guardaespaldas interpretado por Max Martini, le llaman por el nombre mientras le enfoca la cámara y con eso iguala el dibujo del resto de personajes. Y la suicida, la menos tarada de todos.
De nuevo mis obligaciones me conducen a un lugar recóndito y peligroso para que me trague el último rollo machista, plano, materialista y para colmo aburrido del que me toca escribir. Ya tuve la desdicha de ver y “dar rienda suelta a mis groserías” sobre la primera entrega de esta serie de adaptaciones de los abortos eróticos surgidos de la podrida mente de E.L. James. En esta secuela (válidos ambos significados), la cineasta Sam Taylor-Johnson abandona -por su propio bien- la silla de dirección y es sustituida por un irreconocible James Foley (Confidence), quizás su gemelo malvado. El nuevo guionista se llama Niall Leonard, un mal guionista de televisión que aquí da vueltas de tuerca a su trabajo previo. Bien, las siguientes líneas serán un lugar enfocado hacia el respeto humano y la salud mental con el protagonismo de todas las agresiones textuales que se me vayan ocurriendo hasta que me canse. Entiéndase que me refiero a mi salud mental y en relación al respeto humano, bueno, probablemente mi compañero el Dr. Orloff podría explicarlo mejor. Por si acaso absténganse de seguir leyendo fans de esta chorrada o personas sensibles. Vamos allá.
domingo, 12 de febrero de 2017
Crítica de "Lego Batman: la película"
-Sí, este Batman entra de sobra en el top 5 de mejores películas del cruzado de la capa.
-Todas las piezas están unidas con solidez y mimo creando un irresistible monumento metacinematográfico al género y al héroe.
Si ha habido una sorpresa por parte del cine de animación en los últimos años, no hay duda de que fue La LEGO película. Los geniales creadores que se encargaron de montar aquel alegórico jolgorio fueron: Philip Lord, Christopher Miller y Chris McKay. Era una película brillante, fresca, auténtica y alucinante en todos los niveles de su ingeniosa construcción. Y si había un personaje que mereciera su propia aventura en solitario era aquel hilarante Batman, que se apropiaba de la función en todas y cada una de las escenas. Gracias a dios alguien se dio cuenta y ha llevado a cabo un spin-off que apetece ver, y no hace falta pensar mucho para darse cuenta de que esos escasean. Ahora bien, esta nueva propuesta a cargo de Chris McKay no busca seguir la fórmula de aquella película del 2014, sino darle una memorable y descacharrante vuelta de tuerca a los clichés del cine de superhéroes y en particular, como no, al oscuro antihéroe de cómic que tanto gusto le ha cogido a la gran pantalla. Él, el único, inimitable, talentoso, fabuloso, inteligente, atractivo, rico y genial...BATMAN.
sábado, 11 de febrero de 2017
Crítica de "Moonlight"
-No hay forma de expresar con palabras lo hondo que llega a calar esta película. Es cine que se vive y se respira, que se siente.
-Una de las películas más importantes de los últimos años.
Voy a escribir esta crítica de una forma diferente al resto. Normalmente creo que hay que dejar reposar una película, analizar con detenimiento en retrospectiva y seguir extrayendo antes de ponerse frente al teclado. Pero esta es una crítica diferente para una película diferente, especial. Estamos ante el segundo largometraje de Barry Jenkins (Medicine for Melancholy), pero nadie diría que un diamante como este, tan pulido, tan sorprendente, inesperado, demoledor y cautivador; pueda ser cosa de un cuasi-debutante. Voy a contaros con las emociones a flor de piel, porque esta es una de las joyas cinematográficas del año, puede que de los últimos años, y porque estar nominada al Oscar es un logro menor, muy por debajo de lo que va a significar para el espectador. Pero también es cierto que no deseo privaros de su visionado ni corromperlo, así que seré breve.
viernes, 10 de febrero de 2017
Crítica de "The Girl With All the Gifts"
-Tiene acción y gore para su público objetivo y no por ello rechaza múltiples lecturas sociales ni infravalora la inteligencia del espectador.
-Otra potente apuesta del género zombi que destaca por sus ideas y por el descubrimiento de Sennia Nanua.
Hace unas semanas el género zombi nos sorprendió con la excelente Train to Busan de Yeon Sang-ho. Un género tan explotado aún tenía cosas que decir aunque no fuera reinventando la fórmula. La segunda apuesta del género esta temporada nos la entrega un debutante, Colm McCarthy, cuyas ambiciones van un poco más allá en cuanto a renovación. Este escocés es conocido por dirigir fabulosos productos televisivos para la televisión británica (entre ellos uno de los mejores capítulos de Sherlock). Su ópera prima, ésta, nos sitúa en un futuro postapocalíptico en el que un virus ha asolado la tierra convirtiendo a la mayor parte su población en “hambrientos”. A priori parece el típico argumento del género, pero nos introduce una nueva raza, unos niños nacidos zombis pero con conciencia y raciocinio, una especie que resulta ser más humana que los propios humanos. El filme está basado en la novela de Mike Carey, que se encarga de adaptarse a si mismo. El reparto lo encabezan: Sennia Nanua, Paddy Considine, Gemma Arterton y Glenn Close.
jueves, 9 de febrero de 2017
Crítica de “Manchester by the Sea”
-No hay ninguna película este año que sea tan honestamente tierna, furiosa, triste y maravillosa como ésta.
-Casey Affleck ofrece la mejor interpretación de su carrera, de la que se seguirá hablando con los años.
Kenneth Lonergan debutó en la dirección en el año 2000, con un drama independiente que obtuvo unas excelentes críticas y le hizo candidato al Oscar a “Mejor guion original”; You Can Count on Me. Era una brillante tragicomedia repleta de melancolía y con magníficas actuaciones. El problema vino con su segunda película, Margaret. Hubo discusiones sobre su montaje y tardó años en poder verse una versión final que fue tan bien recibida por algunos medios como todo lo contrario. Su última película es una especie de redención en la que vuelve a sus temas relacionados con la pérdida, la familia, la culpa, el castigo y el amor. La historia trata sobre un conserje de Boston que regresa a casa al enterarse de la muerte de su hermano. La película está nominada a 6 premios Oscar.
miércoles, 8 de febrero de 2017
Crítica de "Lion"
-Es una película en dos mitades, y sólo la primera de ellas merece la pena.
-Además del trabajo de Davis durante la primera hora, la virtud principal del filme son sus dos intérpretes protagonistas, Sunny Pawar y Dev Patel.
Después de una semana ajetreada en la que el cine seguramente me echó de menos tanto como yo a él, toca acudir a las pendientes de la semana pasada. Entre ellas está una nominada a “Mejor película” en la próxima ceremonia de los Premios de la Academia; Lion. Garth Davis, que este año nos traerá su particular visión de la vida de María Magdalena, debuta en la dirección cinematográfica con esta historia basada en hechos reales sobre Saroo Brierley. Un niño de cinco años que se perdió en las calles de Calcuta, a miles de kilómetros de casa, y que tras un largo y peligroso viaje acabó siendo adoptado por una pareja australiana. Este tramo de la historia se corresponde con la primera parte de las dos en las que se divide la cinta. La segunda hora transcurre veinticinco años después, y nos cuenta como, con la única ayuda de Google Earth, Saroo intentó encontrar a su familia biológica. La historia proviene de la novela autobiográfica de propio Saroo y está adaptada por el guionista Luke Davies (Life). El personaje protagonista está interpretado durante a primera hora por el joven descubrimiento, Sunny Pawar, y durante la segunda lo encarna Dev Patel. El resto del reparto lo conforman -entre otros-: Nicole Kidman, Rooney Mara, David Wenham, Nawazuddin Siddiqui y Tannishtha Chatterjee. Veamos si esta nominada merece estarlo y si tiene alguna posibilidad de alzarse con un par de ídolos dorados.
lunes, 6 de febrero de 2017
Crítica de "Resident Evil: Capítulo Final"
-Puede que sea la más aberrante de todas, necesitaría un medidor especial para comparar el martirio y la indolencia que me provoca esta saga.
-Si te estás preguntando porque mi primera frase sobre esta película es negativa, eres una persona con la que no me interesa hablar; ojalá pudiera quitar tu visita de las estadísticas.
Intentaré ser muy breve en mis comentarios sobre este contenido supuestamente audiovisual del cual vengo a blasfemar. Me he dado cuenta de que la vida de un cinéfilo puede ser muy corta según lo que visiona y esta saga me ha estado chupando mi energía vital desde que surgiera en 2002. Pero también informo a cualquiera que se haya adentrado en este articulo, que cuando una película me lleva hasta la arcada o me cabrea especialmente, tiendo a ponerme irascible mientras escribo sobre ella y me alargo con un sinfín de improperios más o menos lúcidos, apreciación que dejo a su virtud. Soy un jugador habitual de videojuegos, y me encantaba la saga de Capcom hasta que los Resident Evil empezaron a ser juegos de acción dejando muy atrás aquello del “survival horror”. No he jugado a la última entrega que ha salido recientemente, tenía serias dudas acerca de su derecho a pertenecer a la saga, pero le echaré un vistazo, pues la última entrega de la “adaptación” cinematográfica, a cargo de Paul W.S. Anderson, me ha recordado que todo puede ser peor.