sábado, 1 de febrero de 2014

Crítica de “La gran estafa Americana”

-Divertida, inteligente y tan gamberra que te hará saltar de tu asiento.

-El mejor reparto del año está aquí, y es tan delicioso ver actuar a semejante grupo de actores que te dejarás embaucar por todo lo que Russell quiere contar, lo cual es además, pero que muy interesante.

La nueva película de David O. Russell, ¿alguien necesita más detalles? Está bien los daré para los que puedan andar algo perdidos; el año pasado el director David O. Russell estrenaba “El Lado Bueno de las Cosas”, una comedia romántica que consiguió el beneplácito de crítica y público a la vez que 8 nominaciones a los Oscar, todo un logro si miramos la carrera ascendente del cineasta desde “The Fighter”, y claro su nueva película no iba a pasar desapercibido. Sabemos que Russell es un gran director de actores, consigue que éstos saquen lo mejor de si mismos y por eso siempre intenta rodearse de los mejores; con la mitad del reparto que ha contratado ya me habría frotado las manos, pero ver el reparto completo me produjo migrañas: Christian Bale, Amy Adams, Bradley Cooper, Jennifer Lawrence, Jeremy Renner o Michael Peña son sólo algunos de los excelentes actores que forman el mejor reparto del año. El guión de la cinta está co-escrito por Eric Singer (The International) y el propio Russell, y otros apartados como la música o el vestuarios están a cargo de figuras tan representativas como Danny Elfman o Michael Wilkinson.

Pero los nombres y las promesas no sirven de nada sin hechos, para comprobar si cumplía las expectativas sólo quedaba ver la película. He salido realmente contento, cualquiera puede buscarle tres pies al gato pero la verdad es que es un drama criminal de primera, con muchos toques de comedia negra y que no dejará impasible a nadie; una histérica y fascinante radiografía del sueño americano a través del estudio de unos personajes de lo más caricaturescos, Russell se excede hasta el límite sin cesar jamás su control sobre el conjunto de la película, que acaba siendo una de las más impresionantes de la temporada. Prácticamente todos los aspectos del filme están dirigidos con minuciosidad: la narración puede resultar algo torpe pero es eficaz, los diálogos son realmente buenos, al igual que el vestuario, los peinados “setenteros” e incluso la música; aún con sus fallos y su imperfección, la nueva película de David O. Russell es un chute de adrenalina cinematográfica.

Sin duda éste es el año de las fiestas cinematográficas, que si Scorsese, Sorrentino y ahora Russell; pues bien, curiosamente me toca repetir lo dicho en ambas ocasiones anteriores, “American Hustle” no es un mero banquete visual lleno de juerga y diversión pero carente de profundidad, es una película con múltiples capas y lecturas, que funciona como thriller, drama, comedia negra, historia de amor, sátira social, etc. Y por extraño que parezca funciona igual de bien en todas sus vertientes; los guionistas saben qué puntos tocar para hacer reaccionar de una u otra manera al espectador, también logran equilibrar los temas y subtramas que van apareciendo, dándoles a todos la importancia que se merecen; los problemas llegan en los personajes, en su intento por hacerlos profundos e interesantes sólo logran lo último, pues la profundidad se ve más bien en perfiles, la película es profunda pero los personajes se ven algo desdibujados, algo más triviales de lo que se podía esperar, no es un gran problema y por lo demás, a pesar de algunas cosas trilladas y baches en la narración, los guionistas consiguen su objetivo con destreza. La verdad es que el guión es excelente, y ahora les toca el turno a sus diálogos, no se les podía pedir a los guionistas más agudeza, inteligencia, carácter, crítica o diversión en unos diálogos, no existe mayor placer dentro de una sala de cine que el de ver a algunos de los mejores actores, en su mejor momento y recitando los diálogos originales más hirientes, perspicaces y divertidos del año.

Me viene muy bien ese gancho que ha salido con los actores para comenzar a tratar el punto fuerte de la película, y es que teniendo en cuenta la magnífica dirección de O. Russell, el magistral guión, la dirección artística, la banda sonora, el vestuario e incluso el fantástico montaje, la verdadera joya de la película son las actuaciones (desde Bale hasta el más recóndito de los secundarios), tan rematadamente buenas que no puedes ni pestañear, y eso se consigue con una gran dirección de actores y algunos de los mejores intérpretes de ésta generación; ¡dios! es que hasta Robert De Niro está bien. Aunque todos estén geniales no todos están al mismo nivel, Amy Adams podría conseguir de una vez por todas su Oscar, Bale está increíble pero no supera a DiCaprio ni a Ejiofor, Cooper se coloca en una posición muy favorable para llevarse la estatuilla a casa y me quedan por comentar dos casos importantes: Jeremy Renner hace un papelón que puede pasar desapercibido porque no le quedaba sitio para la nominación, la otra cara de la moneda está en Jennifer Lawrence, que si bien es innegable que realiza una potente interpretación, todo en ella me resulta muy sobreactuado, como su esmalte de uñas su actuación también huele un poco a podrido, huele demasiado a intento de Oscar.

Finalmente David O. Russell ha vuelto a conseguirlo: ha unido todos los elementos con maestría y los ha controlado con mano de hierro, ha contando su historia sin aburrir ni un sólo minuto y -como el año pasado- han nominado a cada uno de sus cuatro actores principales (dos de ellos los mismos que el año pasado) y al mismo tiempo su película se convierte en una de las favoritas de los Oscar mientras él sigue perfilándose como uno de los mejores directores de los últimos años, pero nada importa más allá de la propia película, y que después de 138 minutos, la sensación es de haber visto un fascinante drama policíaco, una genial historia de amor, un insuperable festín interpretativo, una traviesa sátira social y en especial una gran película americana.


Alejandro Arranz

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