viernes, 25 de mayo de 2018

Crítica de "Han Solo: Una historia de Star Wars"

-Un entretenimiento tan efectivo como insustancial, que despega por la solvencia de un Ron Howard excelente en la puesta en escena.

-Las bajas expectativas logran que una vez más Han Solo se salve por los pelos.

La relación entre los fans y el universo Star Wars es cada día más difícil. Tras dos episodios atacados respectivamente por su condición de copia sin riesgos (VII) y sus excesivos riesgos (VIII), y un spin-off irregular heredero del bélico de Raoul Walsh (Rogue One), llega otra historia de Star Wars. Ésta suena bastante más ambiciosa, pues intenta plasmar la juventud del canalla contrabandista más famoso de toda la galaxia. Y haciendo honor al estilo de vida de Han Solo, la producción del filme se ha topado con problemas en cada esquina. Empezando por la elección de Alden Ehrenreich como protagonista, rechazado de primera mano por los fans y elegido tras supuestamente hacer un gran casting para más tarde necesitar un ayudante de interpretación que puliera algunos aspectos de su trabajo. No obstante, el gran golpe fue el despido de Phil Lord y Chris Miller (La LEGO película). Al parecer los cineastas se tomaban excesivas licencias con el guion de Lawrence Kasdan, repetían tomas hasta la saciedad y estaban convirtiendo la película en una especie de Ace Ventura. Siempre está la posibilidad de que estuvieran realizando la cinta más atrevida de la saga galáctica, pero nunca lo sabremos. Fue Ron Howard, actualmente fiable director de encargo, el encargado de reconducir la película. Ahora Han ha vuelto, y no está solo.

lunes, 21 de mayo de 2018

Crítica de "Deadpool 2"

-La mejor comedia romántica de la década. Repleta de sabios consejos, tolerancia, emotividad y música de Céline Dion.

-Hacía años que una película no captaba la esencia de los mutantes de una forma tan coherente.

Después de que los superhéroes tocaran techo en cuanto a épica masiva con Infinity War era necesario un elegido que trajera un poco de humor socarrón, gloriosa trivialidad y licra roja a este género tan "intensito". El destinado a brindarnos ese equilibrio es, efectivamente, el tito Masacre (sí, sí...la onda vital de Lobezno a todo gas), también conocido como Deadpool o la copia muy sutil de Deathstroke. Por desgracia a Tim Miller lo largaron por diferencias creativas, así que quedaba poca gente con el estómago para hacerse cargo del trabajo. Al final tras las cámaras está uno de los desalmados que se cargaron al perrete de John Wick. No el que hizo la decepcionante secuela del vengador perruno sino el otro, el que repitió la fórmula cambiando a Keanu Reeves por Charlize Theron creyendo que no nos íbamos a dar cuenta. Con este panorama y con todo el mundo en Cannes disfrutando de colas eternas, malos asientos, comidas a carreras, ambarinas correcciones de color y cine con pretensiones (y yo envidiándolos), he decidido pasarme por la sala oscura y hacerle una visita al mercenario bocazas. Hola Lars; Deadpool reivindica la diversidad, Deadpool apoya el cine familiar, Deadpool mutila gente y nadie abandona la sala. Sé como Deadpool.