sábado, 17 de noviembre de 2018

Crítica de “Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald”

-Otro fallido intento de insuflarle vida a la franquicia. Tiene los mismos problemas que su predecesora pero se beneficia de un envoltorio más intrigante y un considerable aumento de presagios.

-Johnny Depp y Jude Law son lo mejor de la propuesta. Rowling debería dejar los guiones a los guionistas.

Es completamente normal entrar con recelo a esta secuela del insoportable e infantiloide spin-off de la saga del niño mago que J.K. Rowling nos intentó vender hace dos años con el título de Animales fantásticos y dónde encontrarlos. La película cambiaba las verdes tierras británicas por los oscuros callejones americanos de los años 20 y suponía el inicio de una pentalogía de precuelas que provocaba una desgana terrible. Por suerte ya hemos pasado el mal trago de aquella soporífera presentación de personajes y reimaginación del universo conocido por los fans de las películas (los fans de los libros tienen más bagaje) en la que los caretos de Colin Farrel eran tan irritantes como el nuevo protagonista interpretado por Eddie Redmayne. Ahora es el momento de que la historia salga adelante, de activar los mecanismos dramáticos e intentar que los personajes evolucionen y se posicionen de cara a lo que -como siempre- está por venir. Con la espectacular secuencia de apertura parece que la magia ha vuelto para quedarse (aunque aquí ya nadie pronuncia ni medio hechizo), pero todo es una filfa, un truco digno del mejor dúo Yates-Rowling, que ya han conseguido que entremos a ver su segundo y deslavazado intento de mantener viva la gallina de los huevos de oro.

viernes, 2 de noviembre de 2018

Crítica de “BlacKkKlansman”

-El director simplifica los elementos de su documento cinematográfico hasta dejar lo más básico. La unidimensionalidad del discurso es digna de un necio irresponsable.

-Cuando Lee se deja llevar por la comedia la película vuelta muy alto, porque es divertida, ingeniosa y deliciosamente negra.

Estamos en los 70, Nixon es presidente, las revueltas en las calles y la violencia policial contextualizan una encarnizada lucha por los derechos civiles. El joven Ron Stallworth se convierte en el primer detective negro del departamento de policía de Colorado Springs, y al poco de empezar decide infiltrarse en el Ku Klux Klan. El argumento no tiene desperdicio, en especial porque está basado en la historia real de Stallworth, que mantuvo contacto telefónico con la organización y con la ayuda de un compañero caucásico, que le sustituyó en los encuentros reales, elaboró una operación para revelar las actividades del clan mientras subía en su organigrama. Jordan Peele y Spike Lee nos acercan esta increíble historia en el momento más necesario, cuando la lucha por el progreso en Estados Unidos ha dado dos pasos atrás.