lunes, 28 de julio de 2014

Crítica de “Sex Tape”

-Una comedia ligera apenas traviesa y realmente sosa, tiene suficientes risas -suaves- para entretenerte un domingo cualquiera y un par de gags geniales, pero la película no llega al aprobado.

-Jake Kasdan desaprovecha un excelente punto de partida para convertir esta comedia en un anuncio largo y muy notorio, una completa decepción pero aún así hay cosas peores en cartelera.

El director de la divertida serie “New Girl”, Jake Kasdan, que nos trajo en 2011 la plomiza “Bad Teacher” regresa al cine repitiendo género y un par de actores de su citado filme anterior, al igual que en aquella ocasión bajo ese supuesto tono gamberro se esconde una molesta auto-complacencia que hace la comedia demasiado suave para lo que podía haber sido, seguimos teniendo a favor un completo reparto encabezado por Cameron Díaz, Jason Segel y su peculiar aunque evidente química en pantalla y un argumento algo picante apoyado por un guión aparentemente lleno de posturas tronchantes, y digo aparentemente debido a que tras ese divertido comienzo que nos pone a tono casi todo se viene a bajo, quedan apenas las risas moderadas pues sobre todo prima una sensación de frivolidad masiva interrumpida únicamente por un par de momentos ciertamente agudos e hilarantes, no hay mucho más que decir antes de entrar en materia salvo que “Sex Tape” no es una comedia, sino un anuncio largo.

No era humor lo que dije sobre que esta película tira más bien a simple publicidad, o mejor dicho a un inteligente y complejo método de marketing que está aquí muy mal llevado, señores/as sólo deben ver el cine de Michael Bay para tragar anuncios cual palomitas durante las desorbitadas y exacerbantes duraciones que marcan sus películas, pero el público traga su producto como la llamada comida basura y o bien no les importa o bien es que el señor Bay aprendió algo en su época en la industria publicitaria, por otro lado Kasdan no es digamos tan sutil -ni lo intenta- cuando se trata de enseñar marcas y elogiarlas en su película, la escena en la que Jason Segel recoge el iPad del suelo es realmente bochornosa y aunque es el ejemplo más claro hay otro buen número de ellos que no se quedan cortos; dejando a un lado la incógnita de sobre si estamos ante una comedia insípida o ante un anuncio largo y bastante malo, es hora de analizar este producto. Como bien he apuntado en el primer párrafo el arranque es muy divertido, puede que demasiado burdo pero es lo que veníamos a ver, por desgracia tanto el director como nosotros los espectadores nos damos cuenta en seguida de que la trama de su producto no da para mucho y de que la falta de ideas de los guionistas es alarmante, y pregunto como se puede desperdiciar a dos actores como Diaz y Segel llevando a cabo un libro entero de perturbadoras posturas sexuales, pues con un humor trillado, muy sencillito y poco inspirado, de ellos dos se puede decir que aunque la química existe ninguno se esfuerza en realizar un trabajo satisfactorio, están con el control remoto, Segel sabe de sobra a estas alturas que con un par de muecas cumple con creces como hacía Jim Carrey cuando empezó a quedarse completamente atascado en su registro, pero la verdad es que algunos esperábamos algo más, por si os lo preguntabais Cameron Díaz enseña pero su actuación tampoco es para sentirse orgullosa, tras verla en “El Consejero” su trabajo aquí es como poco descorazonador, los secundarios hacen un buen trabajo sin más, nada despreciable teniendo en cuenta que todos los personajes son gigantescos estereotipos, pero es en los cameos donde la película logra los minutos más descacharrantes.

Si debemos elegir un nombre para definir lo bueno de esta producción es sin duda el de Rob Lowe, uno de los aspirantes de rey de los cameos entra con delicadeza delante de la cámara hasta convertirse en el robaescenas definitivo, sus minutos son con diferencia lo mejor de la película y las re-interpretaciones de los clásicos de Disney son absolutamente memorables, el otro cameo se lo debemos a Jack Black, no es divertido e incluso se pasa de listo hasta hacerse realmente idiota pero el hecho de verle ahí haciendo de lo que hace no puede resultar más jocoso; aunque la película tiene una duración normal para el género se resiente de los problemas típicos de las comedias de todo tipo, si acordamos que uno de los inconvenientes principales de este género es la dificultad para mantener las situaciones cómicas constantes sin grandes altibajos y cambios de ritmo entonces podemos deducir que esa contrariedad también afecta a esta especie de comedia, aunque no del mismo modo al no contar con la agudeza, la perspicacia o la mala leche de otras tantas competidoras, su sosegado y -para más inri- monótono humor no sólo no consigue aguantar la duración, apenas da para un anuncio de preservativos y debemos añadirle a ese problema uno todavía mayor, la insistente repetición de situaciones y lugares comunes (con una excepción) que acarrea que la cinta no sea capaz de soportar una duración de hora y media, algo que se hace muy evidente en el tramo final, reiterativo y soporífero, de todos modos al final tenemos un divertido visionado del vídeo con un estilo que recuerda mucho a los título de crédito de la trilogía “Resacón”.

Tras noventa minutos encontramos algo de decepción y algo de sorpresa agradable, por un lado el modo en el que Kasdan y los guionistas han conseguido desaprovechar el excitante punto de partida es todo un misterio, sin embargo después de eso, cuando nos tragamos el insípido anuncio disfrazado de comedia gamberra nos entretenemos, no es una buena película, no es inteligente y gracia no hace casi nunca pero se ve realmente bien (es tan ligera como comer un Kinder Bueno...toma publicidad) y tras “Anarchy” os prometo que eso es todo un regalo, si a eso le añadimos a Lowe y un par de momentos lucidos entre Segel y Díaz esta propaganda de Apple no acaba tan mal parada después de todo, a pesar de tener un montón de relleno, de ser un anuncio pésimo, de confundir el humor grosero con el ordinario y manido, pese a todo eso y lo demás has pasado la tarde, vale que en la cartelera hay cosas mucho mejores pero también debes tener en cuenta que las hay mucho peores, ahora también os digo una cosa, éste es un filme para ver por la televisión cuando estás tirado en el sofá y no tienes otra cosa mejor que hacer, si tenéis que pagar por verlo mejor guardad vuestro dinero, que los anuncios también los emiten en televisión...y gratis.


Alejandro Arranz

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