domingo, 28 de septiembre de 2014

Crítica de “La Entrega” (The Drop)

-Un thriller criminal tan intenso y sorprendente como su titánico reparto; sólido, con una buena fotografía y un par de momentos absolutamente brillantes.

-El guión de Lehane es excelente pero las verdaderas joyas aquí son Gandolfini y Hardy, la película se sale del gráfico gracias a sus sensacionales interpretaciones.

El director Belga y nominado a los premios César-Oscar, Michaël R. Roskam (Bullhead), debuta en USA con una historia original del famoso novelista Dennis Lehane (Mystic River, Shutter Island), todo un punto a favor para interesarse por esté dramático thriller criminal, aunque desde luego no es la única virtud que posee el filme. El novelista se encarga además de adaptar el guión para la pantalla, aunque lo que más llama la atención el mayúsculo reparto de la cinta, que con un poco bien dirigido que esté ya puede lograr virguerías. Tom Hardy es el primer nombre de la lista, el actor del momento, al que acabamos de ver hace un par de meses realizar una contenida y extraordinaria actuación en “Locke” de Steven Knight y que tiene una lista de proyectos venideros casi inabarcable; la otra cara de la moneda es la de James Gandolfini, un legendario actor que no tendrá más proyectos debido a su repentino fallecimiento el pasado año, “The Drop” es su último papel y por tanto la despedida del actor de la pantalla. El tercer nombre más conocido es el de Noomi Rapace (Prometheus), que será la protagonista femenina de esta moderna historia mafiosa que tanto ha gustado en el Festival de San Sebastián. Roskam cuenta con sus habituales colaboradores para la música y la fotografía, Raf Keunen y Nicolas Karakatsanis respectivamente; sin embargo en el apartado musical tenemos a un grande de la talla de Marco Beltrami (Snowpiercer), y os adelanto que el trabajo es bastante bueno. Después de estas dos breves horas de película os la recomiendo totalmente, es cine sólido y muy bien escrito, que se beneficia de tres actuaciones a cada cual mejor que la anterior, tiene momentos de una intensidad y una emoción fascinantes pero seguramente sin esos tres actores la película no sería tanto como es finalmente.

Los caminos que transita este thriller puede que no sean demasiado nuevos pero siempre resultan interesantes y muy dramáticos, es contundente, transcurre a su paso acumulando la tensión y cuando se decide a golpear lo hace con mucha fuerza. La cinta es directa ya desde su comienzo, sabe donde quiere llegar desde un principio, porque la historia de Lehane es buena y está diseñada con precisión, aunque en ningún momento se alcance el nivel de las famosas adaptaciones del escritor. Roskam y Lehane forman un equipo bastante bueno a pesar de un par de problemas no especialmente significativos, el director hace más que contar una buena historia con unos buenos actores, logra un provocativo estilo visual, narra con convicción y obtiene algunas escenas -no pocas- realmente vibrantes. El guión no es todo lo bueno que podría haber sido teniendo en cuenta quien lo firma, pero tiene decenas de detalles estupendos, es inteligente de principio a fin y toma la decisión de centrarse en sus bien construidos personajes, también debo destacar los excelentes diálogos en los que ciertas personas pueden echar en falta un poco más de humor negro, aunque para eso ya está el Gandolfini de “Mátalos Suavemente”.

Ha llegado la hora de hablar de tan enorme reparto, Rapace realiza un trabajo sobrio y hábil, Gandolfini está soberbio en su último papel robando cada escena en la que aparece y Hardy con otra gigantesca interpretación sin fisuras vuelve a demostrar que es uno de los mejores actores del momento y de su generación. Estos dos últimos hacen que la película sea totalmente hipnótica, todo tan emocionalmente contenido hasta un climax final donde termina por fulminarte, un servidor quedó desconcertado por muchas cosas y una de ellas es como Tom Hardy pudo a estas alturas poner el listón más alto aún. Con cada expresión facial y cada emoción contenida el protagonista completa no sólo una fastuosa actuación sino también un turbador personaje con una amplia escala de grises (al igual que el de James Gandolfini), desde esos personajes hábilmente creados por Lehane se da vida a esta temática y violenta historia de lugares comunes y personas peligrosas, un potente y sorprendente noir del género que sin embargo termina por debajo de otros -recientes- filmes semejantes, quizá porque ese reparto es un arma de doble filo y si le da mucho a la película ésta debe saber devolverlo, lo que en esta ocasión sólo hace a medias.

En contraposición a esos tonos grises de otros caracteres encuentro al personaje de Noomi Rapace demasiado unicolor y poco trabajado, desde luego Lehane lo ha escrito con inteligencia pero lo noto desdibujado, muy de manual y válido para que cada cosa comience y acabe en su sitio, el personaje del detective no me interesa lo más mínimo, en estos dos casos el trabajo de los intérpretes lo es prácticamente todo. En otro orden de cosas quiero desarrollar el trabajo en dos apartados que mencione -por encima- anteriormente, en primer lugar la fotografía de Karakatsanis, pues él y el director logran un ambiente oscuro y tenue junto con esa atmósfera de tensión, todo ello una seña de identidad muy definida del novelista, y de paso Roskam consigue algunos momentos difíciles de olvidar, aunque casi siempre la mayor parte del mérito pertenece a los actores. El otro apartado es la música, Beltrami y Keunen ayudan a crear esa atmósfera cargada y al mismo tiempo tan contenida, es otro apartado robusto que unido al resto conforma un thriller sólido en todas sus facetas aunque menor de lo que se esperaba. Por último hay que mencionar ese impactante climax que golpea al espectador, son unos minutos finales fascinantes que lamentablemente terminan con un desenlace diluido y simple que no me ha gustado especialmente, esperaba más de Lehane.

La despedida de James Gandolfini es más que digna, una espléndida última actuación en este thriller criminal escrito por el famoso novelista Dennis Lehane. Una intriga inteligente y atmosférica que se beneficia al máximo de un trío de actores impresionante, en especial un Tom Hardy que parece no tener barreras a la hora de construir sus personajes. El noir de Roskam y Lehane sorprende tanto en algunos aspectos como defrauda en otros, explota con emoción contenida mientras cuenta esta interesante y sombría historia llena de detalles brillantes pero que también flojea en varias ocasiones, de todos modos estamos ante una película muy recomendable para los fans del género, los de las buenas actuaciones, los que le den la bienvenida a Lehane como adaptador de su propia obra o los que quieran decir su último adiós al gran Gandolfini, para todos ellos aquí hay una apuesta segura de cine de calidad bien escrito e interpretado, resumiendo: una película buena con actuaciones excepcionales, no os la perdáis.


Alejandro Arranz

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