sábado, 20 de enero de 2018

Crítica de “The Post” (Los archivos del Pentágono)

-Ha vuelto el mejor Spielberg. El narrador clásico con inquietudes modernas.

-Casi toda la película sucede en despachos y habitaciones y es mil veces más emocionante que cualquier blockbuster moderno.

Hace 13 años Steven Spielberg probó suerte con el cine político, de ahí salió la magnífica “Munich”. Entonces vimos una nueva faceta del cineasta, una que a algunos nos fascinó inmediatamente. Años más tarde esa faceta firmaría “Lincoln” (2012), gracias a la cual el pasado Rey Midas de Hollywood se manifestó también como un maestro de la narración clásica (algo que se rumoreaba en “Catch Me If You Can”). Las virtudes de aquella propuesta se extrapolaron a “Bridge of Spies” (2015), película que se vio afectada negativamente por algunas conocidas manías del director. Este año regresa el Spielberg clásico y político, para contarnos como en junio de 1971, los periódicos The New York Times y The Washington Post tomaron una valiente posición en favor de la libertad de expresión, informando sobre los documentos del Pentágono y el encubrimiento masivo de secretos sobre Vietnam por parte del gobierno, que había durado cuatro décadas y cuatro presidencias estadounidenses. La cámara apunta hacia el pasado para recordarnos ciertos valores universales y hacernos observar los paralelismos con nuestro convulso presente. Bravo señor Spielberg, he aquí una gran película clásica de candente actualidad.

Todo funciona como un reloj. Hasta el más anecdótico de los secundarios favorece el mecanismo spielbergniano de esta historia sobre una forma de hacer periodismo que parece pasada de moda; un poco como el modo en que Spielberg hace cine aquí, donde cada elemento suma. Demos gracias porque aún queden algunos que desempolven con semejante efectividad el modelo clásico. Incluso con intención de refrescarlo y sorprender al espectador, como ocurre en esta ocasión cuando la narración se bifurca en dos direcciones. Por un lado nos encontramos con un retrato robusto y honesto de la labor -coral- periodística, y de como dicha labor debe responder ante los ciudadanos con la inmensa responsabilidad moral de publicar la verdad incluso por encima de las poderosas fuerzas que intenten ocultarla, tanto si son legítimas como si no. En la otra cara de la moneda “The Post” se convierte en una historia feminista que funciona asimismo como biopic de la compleja y controvertida Katherine Graham, interpretada por una inmensa Meryl Streep que, ateniéndose al cliché, está de Oscar. Un poco por debajo está Hanks, que roba cada plano como si ni le costase esfuerzo elaborar a su estupendo personaje. De este modo las dos horas de metraje transcurren en un suspiro, a través de un ritmo extraordinario, una cámara que siempre se encuentra en el lugar adecuado y un guion en el que cada diálogo suena indispensable. No obstante lo mejor de este gran mecanismo se halla en los engranajes más diminutos, en la capacidad de Spielberg para esos detalles imperceptibles que redondean una película; donde un objeto o un personaje intrascendente cobra en un instante todo el significado. He ahí el carácter genuino de un cineasta en su mejor estado de forma y la magia de un estilo de hacer cine que nunca estará pasado de moda.

Una obra de loable dignidad, inquietante actualidad y honorable valentía. Spielberg nos recuerda los valores, las responsabilidades y las decisiones de antaño a través de una narración clásica a prueba de balas en la que cada personaje aporta su grano de arena. “The Post” es la experiencia de un maestro al servicio de una sabiduría incontestable, la de la perspectiva histórica. Como en el mejor de los artículos el titulo es claro y atractivo, insta al público a profundizar en el cuerpo del texto. La narración ulterior nos mantiene atrapados, el tipo que firma ésto conoce sus herramientas. No hay exceso de líneas ni artificios vacuos, el estilo es sobrio, el texto conciso, el mensaje coherente, la estructura cohesionada y efectiva. Por último la conclusión, ideal, nos deja a las puertas de “All the President's Men”. Spielberg ha firmado el mejor de los artículos.


Alejandro Arranz

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