-Irregular mezcla de géneros vacilante entre la escasa crítica social de Clooney y su condición de modelo mediocre de una comedia de los Coen.
-Bien narrada e interpretada. Tiene un par de deliciosos gags visuales.
Para un servidor George Clooney se hizo un nombre como cineasta cuando dirigió Good Night, and Good Luck, una de las mejores películas jamás hechas sobre el periodismo. Después de eso sorprendió de nuevo, aunque no al mismo nivel, con The Ides of March. Ahora, tres años más tarde de su condescendiente e insustancial The Monuments Men, Clooney regresa para dirigir un guion escrito por los Coen en la segunda mitad de los 80 (entre Bloode Simple y Arizona Baby) que ha fusionado convenientemente con una historia racial escrita entre él y su amigo Grant Heslov. Estamos en los años 50, brilla el sol en el tranquilo Suburbicon, un típico pueblo familiar norteamericano donde conviven felizmente americanos de todos los rincones de USA. Todo parece perfecto, hasta que una familia afroamericana se muda al barrio y desata el caos en la pacífica comunidad. Normal, nadie quiere que su parcela se devalúe.