viernes, 24 de febrero de 2017

Los Oscar (89ª Edición)

Apenas en un parpadeo el tiempo ha pasado y volvemos a estar a unos pocos días de una de las ceremonias de premios más importantes y legendarias del planeta. Una ceremonia que une a millones de personas delante del televisor -o del ordenador- hasta unas horas inconfesables para rememorar y galardonar otro año de cine. Aunque los “Blogos de Oro” molan mucho más, me estoy refiriendo a los Oscar. Como cada año hemos dejado atrás una interminable lista de festivales (Toronto, Sitges, Berlín, Venecia, etc), galardones de Asociaciones (de críticos, actores, directores, guionistas, productores, etc), premios que son fuente de conjeturas de cara a los Oscar (“Globos de Oro”, “Bafta”, "César") e incluso nuestros apreciados Goya. Al final de la temporada de premios siempre está la carrera por los Oscar, con un aparatoso cartel de “meta”. Personalmente considero estos premios un politiqueo barato que tiene en cuenta todo menos las virtudes reales de las producciones y las personas que trabajan en ellas, pero ya desde pequeño verlos se convirtió en tradición. Y vale, también me gusta observar cual “voyeour”, como la gente de las redes sociales se enfurece criticando los vestidos de los famosos hasta niveles que demuestran nuestra necesidad de evolucionar. Ahora en serio, continúo hablando de estos premios casi centenarios otorgados por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas en reconocimiento de los profesionales de la industria cinematográfica.

Este año no me he confundido con las fechas, o eso creo, supongo que lo comprobaré el viernes. Recordemos que la exclusividad de la retransmisión en nuestro país la tiene Movistar+. De este modo el programa presentado por Raquel Sánchez Silva, junto a Cristina Teva (desde Los Ángeles) y el equipo de Pool Fiction, empezará en la noche del 26 de Febrero a las 23:30. La alfombra roja tendrá lugar a las 1:00am y la gala dará comienzo a las 2:30 de la madrugada del día 27. Tras Ellen Degeneres, Neil Patrick Harris y Chris Rock; el encargado de presentar la 89ª edición de los Oscar es Jimmy Kimmel (no confundir con Jimmy Fallon). El famoso presentador/actor tendrá que ser divertido, creativo y constante, pues la irregularidad es el peor bache de los últimos años. Además se enfrentará a la ceremonia antitética y redentora de ese #Oscarssowhite del pasado año. Sea como fuere, en este artículo realizaré la que viene a ser mi propia quiniela de los Oscar, indicando mis apuestas, mis favoritas de las nominadas a cada categoría y las grandes olvidadas. Llevo dos años dejando que mi corazón tome las decisiones y eso me ha llevado a disminuir mi índice de aciertos, pero en esta ocasión vengo preparado, listo para tomar decisiones minuciosas y habiendo visto prácticamente todas las películas de las diferentes categorías. ¿Estáis listos? Pues vamos allá.

En esta edición los académicos han seleccionado la friolera de 9 candidatas finales para alzarse con el muy preciado ídolo dorado a “Mejor Película”. No dejaré que se me nuble el juicio, sé que La La Land es la favorita para arrasar en esta ocasión, y que aunque no opte a llevarse 13 de 14 premios (en una de las categorías compite por duplicado), sí que tiene todas las papeletas para que suene la flauta -o el saxofón- y se lleve unos cuantos. Seguro que habéis adivinado que estoy en contra de que la película de Damien Chazelle gane. Reconozco que puede ser mágica en algunos momentos, que homenajea al musical con pericia y que tiene bastantes virtudes plásticas y emocionales; pero también es una película muy irregular, con personajes planos en los cuales solo vemos a sus actores, con excesos irritantes y la necesidad de agradar a todo el mundo. No obstante, siendo objetivo tengo claro que este convencional “revival” tiene el premio casi asegurado. De las demás apuestas casi no hay ninguna que le haga frente. Pero repasemos las candidatas. Claramente los académicos han querido pedir perdón por los últimos años, nominando películas como Fences, una apuesta totalmente teatral y nada cinematográfica, “Lion”, que elimina la narración visual de su primera hora para convertirse en un telefilme lacrimógeno durante su segunda mitad, o Hidden Figures, un paradigma de producto complaciente y almibarado sin pizca de autenticidad. Otras candidatas sin posibilidades serían el nuevo renacer redentor de Mel Gibson, Hacksaw Ridge, mitad drama antibelicista mitad carnicería contradictoria, el sorprendente western social de David Mackenzie, Hell or High Water (Comanchería en nuestro país), o Arrival, la maravillosa e infravalorada fábula sobre la comunicación dirigida por Denis Villeneuve, que prepara ahora Blade Runner 2049 y Dune, dos proyectos hercúleos y de semejante dificultad. Pero al grano, si quitamos todas estas películas, tan solo Manchester by the Sea de Kenneth Lonergan y Moonlight de Barry Jenkins pueden hacerle frente a La La Land. El filme de Chazelle ha ganado todos los premios previos que avalaran su camino hacia el Oscar, pero la película de Jenkins también ha hecho un buen recorrido haciéndose -entre otros- con el Globo de Oro a “Mejor película drama” y el premio a “Mejor película” por los críticos de Los Ángeles. Voy a arriesgarme en esta categoría, mi favorita es Moonlight y esa misma es mi apuesta. Si quieren redimirse, que lo hagan de esta forma. Por último antes de cambiar de categoría, debo nombrar algunas películas que deberían estar nominadas, como por ejemplo: Silence, Jackie y Loving.

Ahora pasamos al premio de “Mejor dirección”, el cual está tan claro que casi da miedo. De hecho me gustaría equivocarme y que Villeneuve, Jenkins o Lonergan se llevaran la estatuilla. Pero bueno, mi apuesta sobre seguro va para Damien Chazelle, un chaval fascinado por el éxito que con 32 años igualaría al director más joven ganador del Oscar, Norman Taurog, que ganó allá por 1931 por una comedia familiar basada en el cómic de Percy Crosby, Skippy. No creo que lo merezca. No dudo de su habilidad con la cámara, su talento estético o la capacidad para dirigir actores; pero su película no funciona nunca como un todo unido, sus tramos están repletos de altibajos, la condición de musical se pierde en el grueso de la trama, lugar donde todo se debate entre el academicismo y la artificiosidad. Para colmo, el desenlace está estirado por unos excesos formales innecesarios, cuando la intimidad de una mirada podría haber ahorrado todo eso, algo que Woody Allen demostró en el desenlace de Café Society. Además, Chazelle era un tío atrevido en Whiplash, ahora su mensaje y sus formas están al servicio de la complacencia. Mi favorita la divido entre Moonlight y Manchester by the Sea, cualquiera de las dos se merece ganar. Solo me queda hablar de los muchos olvidados de esta categoría. Empezando por Martin Scorsese. Han querido olvidarse de Silence, una de las películas más personales de este maestro, que lleva años intentando sacar adelante el proyecto. Scorsese coge todo lo que sabe, todo en lo que cree y todas sus dudas para crear una inabarcable y arriesgada película de 160 minutos que te hace pedazos y te recompone con mucho sobre lo que reflexionar. En el transcurso Martin firma algunas de las mejores escenas de su filmografía, con eso se lo digo todo. También me hubiera gustado ver nominado a Dan Trachtenberg (10 Cloverfield Lane), un debutante capaz de jugar con la tensión como un verdadero maestro del suspense y aprovechar los espacios con composiciones de planos muy informativas, estéticas, claustrofóbicas e incluso poéticas; todo ello para construir un mensaje sólido del que nunca se olvida. Y también a Jeff Nichols por la fantástica mesura de Loving, al Tom Ford de Noctural Animals, que reafirma su maestría para la delimitación del encuadre, su intachable gusto estético y por primera vez pone la melancólica propuesta visual al servicio de la historia; o a ese Jim Jarmusch que nos hizo ver la poesía de una caja de cerillas en Paterson.

Los guiones son el núcleo de cualquier producción cinematográfica, y toca analizar las candidatas a las categorías de guion original. Ahí está 20th Century Women, una película que ha pasado completamente desapercibida pero que a un servidor le ha entusiasmado profundamente. Lo nuevo de Mike Mills presta verdadera atención a sus humanos y magníficos personajes y observa su viaje desde una mirada totalmente femenina; aún así no tiene ni media posibilidad de ganar. Tampoco la tiene Taylor Sheridan por su excelente y enérgico trabajo en Hell or High Water ni Lobster de Yorgos Lanthimos, esa loca sátira distópica que aún no entiendo como ha entrado a selección con lo extraña que es, aunque me alegra, pues ya me quejé de que hubiera sido olvidada durante la pasada edición. La cosa queda entre La La Land y Manchester by the Sea, Chazelle frente a Lonergan. El premio se lo merece Lonergan y mi apuesta también va para él, porque darle un Oscar al guion de La La Land es tener muchas agallas, o más bien no tener mucha idea de lo que va el asunto. Además hay que tener en cuenta que Lonergan ya fue nominado a este premio en el año 2000 por You Can Count on Me y que frente al flojo libreto de Chazelle, el de Lonergan posee originalidad y una valentía emocional de quitarse el sombrero, además de tener -entre otras cosas- los personajes mejor desarrollados del año y una brillante mezcla de tonos. En esta categoría hay cantidad de olvidadas, desde el psicológico guion de Jackie de Noah Oppenheim, el impecable guion de 10 Cloverfield Lane (co-escrito por Damien Chazelle), el divertido y analitico trabajo de Matt Ross para Captain Fantastic, lo último de Richard Linklater (Everybody Wants Some) y por favor, Deadpool, la delicia chabacana del año que le dio la vuelta al género de los tíos con mallas y algún que otro superpoder.

El guion no se acaba hasta que llega el adaptado. Aquí tenemos tres apuestas poderosas y dos muy flojas. Si por mi fuera Lion y Hidden Figures no tendrían ni una nominación, o como mucho una para Lion por la interpretación del joven Sunny Pawar. En cuanto a Fences, el guion es básicamente la obra teatral escrita por August Wilson y precisamente por eso la fuerza y calidad del texto no deja lugar a duda, pero no creo que tenga posibilidades frente al guion de Barry Jenkins para Moonlight y el de Arrival, escrito por Eric Heisserer. De estos dos últimos me da igual cual gane, ambos son magníficos, sin embargo mi apuesta va para Moonlight. Aquí echo en falta Silence, porque como todo en esa película, el guion de Scorsese y Jay Cocks me parece fascinante.

Llegamos a los actores. Empezando por la categoría de mejor actor principal. Me encantan tres y me sobran dos. Andrew Garfield no está de nominación en la película de Mel Gibson, está de premio, no obstante, en Silence. Ryan Gosling hace un trabajo estupendo en el musical de Chazelle pero ha tenido unos cuantos papeles bastante mejores que este y la academia paso de él, puede ser el favorito pero en este caso me gusta nadar contracorriente. Merece estar Denzel Washington (Fences) por séptima vez, así como Viggo Mortensen (Captain Fantastic) y Casey Affleck (Manchester by the Sea), que también estuvieron nominados en 2008. Son tres actuaciones muy diferentes y muy buenas, los tres añaden muchos matices a sus personajes; pero el Oscar se lo merece Casey Affleck, porque su forma sosegada de transmitir ese sufrimiento vital inaguantable y el impresionante empleo del lenguaje corporal son de otro planeta. Se lo pueden quitar por aquellas acusaciones de acoso sexual que no derivaron en juicio ni nada más, pero mi apuesta va con él igualmente. En materia de olvidados encuentro al Tom Hanks de Sully, el sutil Adam Driver de Paterson, el cautivador Trevante Rhodes del tramo final de Moonlight y a Joel Edgerton en Loving.

Pasando a actriz principal todas tienen alguna posibilidad mayor que las de Meryl Streep, que además está nominada sin merecerlo especialmente a pesar de que sea maravillosa cantando mal a propósito. La mirada de Ruth Negga me rompió el alma en Loving pero sus posibilidades son ínfimas, es una nominación complaciente para un curriculum embrionario. Aparte están Natalie Portman (Jackie), Emma Stone (La La Land) e Isabelle Huppert (Elle). De las tres Portman ya posee uno por Black Swan siendo esta su tercera nominación. Stone consigue su segunda nominación tras Birdman e Isabelle Huppert, por sorprendente que parezca, no tenía ninguna anterior. Emma Stone es la gran favorita de la noche, la única de las tres que no consigue mudar la piel con su personaje, no creo que nadie pueda llevar la contraria a este comentario. Portman es capaz de ir más allá de la voz y los movimientos de Jacqueline Kennedy y nos muestra su alma fracturada, y Huppert da forma al personaje femenino más frío y complejo del año. Huppert es mi favorita y Emma Stone mi apuesta. Las olvidadas de esta categoría son de risa, empezando por Amy Adams que merece estar más que la propia Emma Stone e incluso apareció como nominada en la web de la Academia, siguiendo la lista podriamos encontrar a Mary Elizabeth Winstead, Annette Bening (20th Century Women), Cynthia Nixon (A Quiet Passion) y Sandra Hüller (Toni Erdmann).

En cuanto a actores secundarios el premio se dice que está asegurado para Mahershala Ali (Moonlight) y la verdad es que no me parece nada mal aunque no creo que esté todo dicho aún. La nominación de Dev Patel ni la voy a tener en cuenta porque por correcto que esté no se merece estar entre los candidatos. Tampoco creo que Lucas Hedges opte al premio a pesar de ser una increíble sorpresa, ni que vayan a darle su segundo Oscar (de siete nominaciones) al genial Jeff Bridges. Las apuestas quedan entre Michael Shannon (Nocturnal Animals) y el mencionado Mahershala Ali. El primero domina la pantalla el tiempo que sale en ella haciendo de Sheriff de propia moral, pero el segundo da forma a un personaje que sigue presente espiritualmente cuando deja de aparecer en la película y ha arrasado en la temporada de premios haciéndose un camino seguro y bien asfaltado hasta el preciado premio. Mi apuesta va para Mahershala y mi favorito es Shannon, que ya es hora de que empiecen a reconocer lo gran actor que es. En el puesto de Dev Patel hubiera metido a Adam Driver por Silence, John Goodman por su multifacética y aterradora interpretación en 10 Cloverfield Lane o al infravalorado Aaron Eckhart de Sully.

La última categoría de actuaciones es la de actriz de reparto o actriz secundaria. Nicole Kidman obtiene su cuarta nominación y no tiene posibilidades de ganar su segundo Oscar, recordemos que el primero fue en 2002 por The Hours. La otra actriz sin posibilidades es Octavia Spencer, que tiene un Oscar por The Help, película por la que también fue nominada Viola Davis. Precisamente Viola Davis es una de las contrincantes importantes de esta gala, junto a Michell Williams y a Naomie Harris. Las tres se han repartido los diferentes premios de festivales y asociaciones de críticos a lo largo de la temporada de premios. El problema de Naomie es que es su primera nominación y Viola tiene tres sin ningún premio y Michelle Williams cuatro sin ningún premio. Esta decisión es difícil, pero mi apuesta se inclina hacia Viola Davis y mi favorita también es ella, porque Williams se come la pantalla -y a Casey- en cinco minutos extraordinarios, pero Viola se le sube a los hombros a Denzel Washington durante 150 minutos. En este apartado no tengo mucho que objetar a priori, podría añadir a Greta Gerwig, que está fabulosa -como siempre- en 20th Century Women.

Llegamos a la categoría de “Mejor película de habla no inglesa”, la que más floja tengo debido a la dificultad de ver la mayor parte de las candidatas. No obstante, he visto la mayor olvidada y la ganadora, no está nada mal. La olvidada fundamental es Elle. Que el regreso de Verhoeven más provocativo no entre en selección es simplemente porque a los académicos les debió parecer una barbaridad grotesca, si todos hiciéramos coloridos musicales hollywoodienses no pasaría nada de ésto, nótese mi ironía. En la otra cara de la moneda está la ganadora, Toni Erdmann. A la película de la directora Maren Ade solo podría quitarle su premio Asghar Farhadi y su Forushande (en nuestro país El viajante), y sería por todo el rollo de Trump y la imposibilidad del cineasta de asistir a la ceremonia. Aún así la frescura y el humor brillante de esa tragedia familiar alemana, le aseguran el Oscar. Por el amor de dios si hasta Jack Nicholson va a volver a actuar para el remake americano.

Le toca el turno al mejor largometraje de animación. Solo me falta por ver la apuesta de Suiza pero incluso habiendo visto el resto, es difícil elegir. No creo que Moana se lleve el premio, por lo demás veo las mismas probabilidades para La tortuga roja, Zootrópolis y Kubo y las dos cuerdas mágicas. Es lógico quitar la apuesta francesa de Ghibli porque casi nunca se premian apuestas no americanas. Quedan Kubo y Zootrópolis, la apuesta arriesgada con la que finalmente premiar algo de Laika, aunque en esta ocasión no me guste demasiado la película, frente a la apuesta conservadora de premiar la película de Disney. La primera se llevó el Bafta y el premio de los críticos norteamericanos (NBR) y la segunda el Globo de Oro y el Annie. Mi apuesta va con Kubo y las dos cuerdas mágicas y mi favorita de las nominadas es La tortuga roja. Puede que algunos quisieran ver nominadas Seoul Station o La fiesta de las salchichas, personalmente estoy contento con la categoría tal y como está.

Pasamos a “Mejor largometraje documental” y elimino rápidamente Fuego en el mar de Gianfranco Rosi y Life, Animated de Roger Ross Williams. Dos documentales muy interesantes que no tienen posibilidades pues estamos en la primera gala de lo que muchos ya denominan la “era Trump”. I Am not your Negro, O.J.: Made in America y 13th, de Ava Duvernay, son las tres posibles ganadoras. No he tenido la oportunidad de ver la primera de estas tres propuestas. Entre las otras dos le veo un problema a la magnífica O.J.:Made in America, y es que ser una miniserie de ocho horas destinada a la televisión, juega en contra. Mi apuesta es 13th y mi favorita también, por algo es una de las película americanas más atrevidas e importantes del año. No se me ocurren olvidadas en esta categoría porque este año he visto muchos documentales musicales solventes pero en general he dejado el género algo de lado. Lo solucionaré antes de mi lista de las 10 mejores del 2016.

Ya hemos pasado prácticamente todos los premios gordos asi que empezaré a ir más directo al grano. Aquí La La Land va a empezar a arrasar con todos los premios, y empieza con la categoría de montaje, esa es mi apuesta y mi favorita es Moonlight porque la calidad del trabajo de edición llega al máximo nivel en la escena de la cafetería, una joya. En “Mejor fotografía” Bradford Young (Arrival) y Greig Fraser (Lion) apenas tienen posibilidades. Quedan casi con las mismas posibilidades La La Land, Moonlight y Silence, apuesto por el trabajo Rodrigo Prieto en la última porque esta es categoría mexicana, aunque probablemente Linus Sandgren se lo lleve por la película de Chazelle. Personalmente me gusta la sutil fotografía narrativa de Moonlight y la espectacular y asfixiante labor de Prieto en el filme de Scorsese. En cuanto a “Mejor banda sonora” la decisión está clara, gana La La Land, aunque a mí me gustaría que Mica Levi (Jackie) o Nicholas Britell (Moonlight) se llevaran el premio a casa. En “Mejor canción” también opto por La La Land y su City of Stars aunque me gustaría más que se lo llevara por Audition, que es mi favorita. Y sí, me gusta Can't Stop the Feeling de Timberlake. En “Diseño de producción” de calle para La La Land y vestuario también aunque me gustaría que ganara Jackie. En “Mejor maquillaje” la apuesta y el favorito va para Star Trek Beyond, puede dar la sorpresa Suicide Squad pero si le dan un premio a esa cosa grotesca me vuelvo loco y me convierto en el Joker, en el de verdad, no Jared Leto. En Sonido de nuevo La La Land y en “Efectos Sonoros” mi apuesta va con con Hacksaw Ridge, porque las apuestas así hablan y porque este premio es del cine bélico. En “Mejores efectos visuales” quitando a Deepwater Horizon todo está muy reñido. Premiar la locura de Dr. Strange, a Rogue One por esa batalla espacial, Kubo y las dos cuerdas mágicas por semejante trabajo impresionante con el stop-motion o El libro de la selva porque simplemente es la mejor en este apartado. Ninguna de las opciones me desagrada pero mi apuesta va para El libro de la selva. En cortometraje animado me inclino por Piper, además de ser precioso anda muy delante de los demás en posibilidades y rasgos característicos de la categoría. En “Mejor cortometraje documental” ando bastante cojo pero apuesto por The White Helmets aunque otras están por encima en las apuestas, probablemente acabe ganando Joe's Violin o Extremis. Por último, en la categoría de “Mejor cortometraje de ficción” mi favorita es claramente la apuesta patria, Timecode, pero probablemente nos quite el premio Ennemis intérieurs, de ahí mi apuesta por ella.

Como cada año aquí concluye mi quiniela personal de los Oscar. Será un placer charlar y debatir en los comentarios sobre vuestras quinielas, opiniones y cualquier cosa relacionada con la cada vez más cercana ceremonia, la cual comentaremos en directo vía Twitter. Ahora si queréis demostrarles a vuestros conocidos y amigos que nadie maneja más que vosotros del tema, tan solo tenéis que bajar a la entrada “Quiniela de los Oscar 2017” y realizar la vuestra propia. También os dejamos el enlace a nuestro Twitter para que podáis seguir con nosotros la ceremonia en directo durante la madrugada del lunes 29 de Febrero. Sólo queda esperar a ver si hay suerte.

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Alejandro Arranz

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