miércoles, 13 de septiembre de 2017

Crítica de "It"

-Es como un buen pasaje del terror: emocionante, divertido, vistoso y lleno de criaturas deformes. Pero también carente de terror.

-Muschietti ha creado una película sólida y muy entretenida que seguramente animará a las nuevas generaciones a abrir un libro de King. Y cuando abres el primero estás destinado a no parar.

En la última década la nostalgia ha traído de vuelta -más que nunca- aquellos inolvidables años 80 en forma de producciones de todo tipo. El ejemplo más reciente es la exitosa serie de Netflix y los hermanos Duffer, Stranger Things. Ejemplo muy apropiado, pues en las últimas semanas he estado leyendo a mucha gente que cree que esta It dirigida por Andrés Muschietti (Mamá) es una copia de la susodicha serie. Desde luego todas esas personas desconocen que It es una de las obras maestras de Stephen King, y que fue publicada allá por 1986. De hecho ya existía una adaptación que vio la luz en forma de telefilme en 1990, y gracias a la cual el payaso de Tim Curry se permitió aterrorizar a toda una generación. Ahora Muschietti llega decidido a narrarnos la historia de un modo revitalizado y también más fiel, capturando su cariño por la obra de King así como el espíritu de la infancia y el cruce hacia la madurez que habitan en las páginas de la novela y prácticamente en toda la obra de King. Madurar, esa aterradora cosa que convierte al payaso de Bill Skarsgård en poco más que un chiste. Antes de comenzar a escribir siempre me viene a la mente aquello de: “The scariest moment is always just before you start”.

Muschietti ha firmado una de las mejores adaptaciones de King en mucho tiempo. Es así por la forma en la que capta ese inflamable cóctel de miedos y descubrimientos que supone la infancia y lo difícil que puede ser el salto hacia la madurez. Resulta fantástico el modo en que nos acerca al entrañable club de los perdedores (excelentes todos) para mostrarnos cómo es ese salto para ellos. No funciona igual de bien el elemento terror, que pese a una eficaz imaginería visual, falla al apostarlo todo al “in crescendo” musical y el golpe de sonido constante. Y es muy probable que Skarsgård no consiga que aquellos que crecieran aterrorizados por el payaso de Curry se olviden de él; pero hace un buen trabajo y es lo suficientemente carismático. El mayor problema de la cinta es un guion muchísimo más ligero y “tímido” de lo que se le pide a una adaptación de cualquier novela de King, más aún si nos referimos a ésta. A cambio hay que decir que son los 135 minutos más rápidos y entretenidos que va a dar este final de verano; pero no habrían estado de más algunos matices de la novela, una mayor profundidad y un puñado de riesgos narrativos.

No estamos ante la película de terror del año. Es más, en ese terreno sus recursos son ciertamente pobres y desfasados pese a ciertas virtudes. El It de Muschietti triunfa en su vertiente juvenil, como película de unos chavales que están empezando a explorar, a conocer y a aceptar, mientras dejan atrás sus miedos. Una cinta pasada de moda en el mejor de los sentidos, con personalidad y que te mantiene pegado al asiento de principio a fin. Tranquilos, lo mejor está aún por llegar.


Alejandro Arranz

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