-Es como un buen pasaje del terror: emocionante, divertido, vistoso y lleno de criaturas deformes. Pero también carente de terror.
-Muschietti ha creado una película sólida y muy entretenida que seguramente animará a las nuevas generaciones a abrir un libro de King. Y cuando abres el primero estás destinado a no parar.
En la última década la nostalgia ha traído de vuelta -más que nunca- aquellos inolvidables años 80 en forma de producciones de todo tipo. El ejemplo más reciente es la exitosa serie de Netflix y los hermanos Duffer, Stranger Things. Ejemplo muy apropiado, pues en las últimas semanas he estado leyendo a mucha gente que cree que esta It dirigida por Andrés Muschietti (Mamá) es una copia de la susodicha serie. Desde luego todas esas personas desconocen que It es una de las obras maestras de Stephen King, y que fue publicada allá por 1986. De hecho ya existía una adaptación que vio la luz en forma de telefilme en 1990, y gracias a la cual el payaso de Tim Curry se permitió aterrorizar a toda una generación. Ahora Muschietti llega decidido a narrarnos la historia de un modo revitalizado y también más fiel, capturando su cariño por la obra de King así como el espíritu de la infancia y el cruce hacia la madurez que habitan en las páginas de la novela y prácticamente en toda la obra de King. Madurar, esa aterradora cosa que convierte al payaso de Bill Skarsgård en poco más que un chiste. Antes de comenzar a escribir siempre me viene a la mente aquello de: “The scariest moment is always just before you start”.