-Un entretenimiento excesivo y esteroidizado sin pretensiones y que resulta ser mucho mejor de lo que debiera, puede estar plagado de estereotipos o tener una trama tontísima pero la sencilla verdad es que resulta un delicioso placer culpable, no me arrepiento de decir que me ha gustado.
-El reparto es demasiado bueno para esta película, no importa, aquí prima la velocidad, el frenetismo. Nos encontramos con el rival directo de la franquicia “F&F” y a su manera hay que reconocer que funciona.
La saga “Fast and Furious” domina el género de carreras en el cine, sin ningún rival directo al que plantar cara su fórmula era y es a día de hoy sinónimo de éxito, otras películas recientes como la magnífica “Rush” de Ron Howard o “Combustión” del español Daniel Calparsoro se han atrevido a a tocar el género, la primera alejándose completamente de la fórmula y la segunda copiándola infamemente, sin embargo ninguna se adecuaba al arquetipo de franquicia duradera, cosa que sí hace esta adaptación de la famosa y longeva saga de videojuegos de “NFS”. Puede que a priori suene mal pero la verdad es que personalmente me llamó la atención, quizás fue el reparto o la oportunidad de ver a Aaron Paul en el rol protagonista luchando en el asfalto por justicia, venganza o lo que sea, no importa demasiado el motivo, tan solo la velocidad. Parece mentira que se hayan necesitado tres guionistas para el libreto de esta película pero así ha sido, lo esperado, trama previsible y trillada, personajes planos y estereotipados y las típicas situaciones alocadas para añadirle grandiosidad y un punto cómico con el que completar su fórmula, una fórmula, por otro lado, muy distinta a la de su rival directa, la saga de Vin Diesel. Esta tiene un tono más clásico, sus escenas están rodadas desde los coches sin exceso de arreglos digitales e irónicamente está más lejos de parecer un videojuego que las entregas de “F&F”. Así pues el reparto elegido para competir en esta carrera está encabezado por Aaron Paul en el rol de tipo duro, la lista continua con nombres tales que: Dominic Cooper, Imogen Poots, Michael Keaton, Scott Mescudi o Dakota Johnson -entre otros-; aunque ya os adelanto que el trabajo de los intérpretes deja muchísimo que desear.