-Por fin la he encontrado, la película más bizarra de año. Kevin Smith se ha sacado de la manga una historia escalofriante, divertida y desde luego inaudita. Un macabro juego lleno de humor negro.
-Melancólico homenaje al cine de terror, con resonancias de Raimi, Carpenter, Hooper y otros tantos maestros. A veces es excesivo pero suele encontrar su lugar y Smith demuestra continuar pudiendo sorprender.
Que bien nos cae a todos el señor Kevin Smith, bueno a todos no que siempre hay gente que tiene que llevar la contraria y formular algún comentario despectivo en el que se incluya algún que otro chiste burdo sobre su exceso de peso. Dejando a un lado a esa gente, a todo el mundo le cae muy bien ese gordito ahora menos voluptuoso que es tanto escritor de cómics, como actor, guionista, director e incluso co-fundador de una productora cinematográfica. Y por si eso no fuera suficiente es una persona de recursos que tiene muchos amigos en este mundillo. Por ejemplo es uno de los amigos de Ben Affleck (sí, tiene algunos), y además tuvo las agallas de defenderlo de la gente que lo desaprobaba como nuevo caballero oscuro. Puede que a veces cree algo de controversia (por eso nos mola, es que somos fans locos de Lars von Trier, James Franco y el falso malote de Shia LaBepuf) y por eso algunos le insultan, pero me da a mi que se limpia el trasero con billetes mientras lee los tweets despectivos hacia su persona y se come una ala de pollo. Perdonadme por mi actitud bromista de hoy es que la nueva película de Smith ha sacado mi lado salvaje. La trayectoria de este cineasta es tan irregular que asusta, pasando de ópera prima de culto y algo de buen cine independiente a basuras comerciales para tocar fondo con “cosas” como “Jersey Girl” o “Vaya par de polis”. Después en 2011 sorprende tanto a crítica como a público con “Red State, un thriller de denuncia que nos descubrió una faceta completamente nueva y fascinante de este señor que nos cae tan bien. Ahora, tres años después, estrena su nueva película, la “bizarrada” más comicamente grotesca y perturbadora que he visto en mucho tiempo, “Tusk”.