-A pesar de su evidente número de virtudes, hemos vivido esta historia demasiadas veces para no prever exactamente cada giro; algo que no impide en absoluto el entretenimiento.
-Dirigida con profesionalidad y con un reparto de altura. Tal vez si el guión de Ingelsby no fuera una concentración de tópicos e ideas a medio cocinar pudiera haber salido de aquí algo relevante y no sólo un thriller sombrío de buena factura.
El dúo Serra-Neeson consigue unos resultados excelentes en taquilla y cada vez gusta más a los críticos también. Si bien “Sin identidad” era la hermana tonta y mala de Bourne, la cual -por suerte- contaba con un buen equipo, con “Non-Stop” el director barcelonés consiguió llamar la atención de todos. Gracias a un control excelente de la tensión, a los hábiles juegos de manos, las enérgicas escenas de acción y por supuesto, a Liam Neeson. El actor norirlandés se ha afianzado estupendamente en el género de la acción. Como una especie de nuevo Bruce Willis o Charles Bronson pero totalmente diferente. Entre sus rasgos de cowboy cabreado, su forma de moverse y la competencia actoral suficiente para bordar a esos personajes duros y dramáticos; si a día de hoy buscas un actor para un filme de acción, no hay duda de que Neeson es tu hombre. Capaz de hacer verosímiles incluso escenas escritas por Luc Besson y matizar su aspecto de duro lobo solitario con algo de sarcasmo e incluso cierta ternura si es necesaria. Cuando este habilidoso director y este fantástico actor se juntan suelen salir las cosas bien, el problema -como es el caso- suele encontrarse en el guión. Para culminar con este exordio, indicar los secundarios que apoyan o persiguen a Neeson en este thriller mafioso: Joel Kinnaman, Ed Harris, Vincent D'Onofrio, Genesis Rodriguez, Boyd Holbrook -entre otros-.