-Una gran escena no hace una gran película. Quizás habría sido mejor un cortometraje.
-Estamos ante uno de los peores guiones con los que ha trabajado Eastwood.
No alcanzo a recordar si alguna vez en mi vida un proyecto dirigido por Clint Eastwood me había llamado tan poco la atención, a priori, como este último. No por ello iba a faltar a una cita que agradezco más o menos cada dos años, y que algún día ya no tendré la suerte de esperar. Son 87 primaveras las que lleva cumplidas el maestro, 63 dedicadas al séptimo arte. Y aunque muchos piensen que debe abandonar, otros tenemos claro que nuestro Clint no puede existir fuera de sus pasiones, y que queremos continuar escuchando su suave melodía hasta el final. Actualmente el californiano continúa con sus películas de héroes americanos, pero en esta ocasión ha querido cristalizar la transparencia de los elementos con la historia que le ayudan a narrar. Por esta razón el cineasta ha decidido que sean los auténticos héroes los que se interpreten a si mismos. Una decisión polémica que interesa mucho más que el propio argumento del filme, y que ha resultado ser uno de los escasos aciertos de la propuesta.