jueves, 18 de febrero de 2016

Crítica de “Zootrópolis”

-Tiene numerosas virtudes por las que se identifica mucha de la fauna que vive en la inmensidad de Zootrópolis. Es hermosa, entrañable, divertida, astuta y le encantará a todo tipo de público.

-Disney empieza el año con una apuesta muy potente. Guión y dirección fluyen a un ritmo perfecto siguiendo a unos encantadores personajes que te guiarán por una aventura que realmente merece la pena. No se la pierdan.

Seguimos en temporada de premios, a nuestro país continúan llegando películas del 2015 a un ritmo endiablado. Pero también van estrenándose las primeras cintas del nuevo año, y Disney ha decidido empezar con una apuesta animada muy prometedora, colorida y segura de si misma. Los directores Byron Howard y Rich Moore presentan una aventura que llega dispuesta a deleitar a toda la familia y convertirse en un clásico de la animación en el camino. Como a ustedes no les apetece echar su tarde leyéndome y yo sé mejor que nadie lo cansino que puedo llegar a ser escribiendo, voy a ofrecer una crítica concisa y breve, para que sin más dilación lleven a sus hijos (o a sus padres, abuelos, etc) a disfrutar del mejor estreno de esta semana que dejamos atrás. Bien, “Zootrópolis” tiene una mezcla de elementos que la hacen una duro rival a batir en su género. Una emocionante y atractiva amalgama de técnica impecable, exóticos lugares, personajes entrañables, cientos de guiños, una historia sencilla y estructurada con excelencia que además cuenta con un fascinante discurso, un ritmo marchoso, una pizca de creatividad y un suntuoso e inteligente guión que satisfará por igual a niños y adultos. Por tanto empezamos Febrero con un filme de animación que ya ha marcado el ritmo a seguir, a ver quien sube el listón.

Los guionistas Jared Bush y Phil Johnston han hecho un trabajo de aplauso en un género que en su evolución actual se bifurca en diferentes direcciones. Hay unas pocas apuestas animadas para adultos (ahí nos llega “Anomalisa”), algunas que logran un equilibrio perfecto para que padres e hijos puedan disfrutar al mism tiempo, pero casi todo el cine de animación se está infantilizando demasiado en mi opinión. Parece que en lugar de ser una forma más de contar historias de todo tipo, es una forma de contar historias para niños. Esa es una visión arcaica, indolente y cínica de las aportaciones que ha ofrecido y ofrecerá en el futuro la animación, ya sea clásica o digital. Sin embargo los creadores de esta apuesta han sabido hacer una película que hacer honor a ese “para todos los públicos”. El guión es increíblemente divertido e inteligente, está escrito y estructurado con una habilidad notoria. Todo parece cronometrado a la perfección: cada línea de diálogo, el ingenioso desarrollo de la trama y la sólida evolución de los personajes, los giros de guión, el uso de leitmotivs, plantings, etc. La trama es una mezcla de cine negro y una “buddy movie” cómica que hará las delicias de cualquier cinéfilo, tanto por la agudeza de sus guionistas en la creación y resolución de situaciones y diálogos, como por la infinidad de guiños al cine y la cultura popular. Aparte de todo esto el guión plantea un mensaje de valientes conclusiones sociales y políticas que le ponen la guinda al magnífico trabajo de los escritores. De la dirección elogiaré el conocimiento de las normas visuales de los diferentes géneros y la destreza con las que se combinan, el fantástico ritmo que ambos directores le aportan al filme, su brío para plantear situaciones diferentes y otras construidas sobre emociones poco habituales, la creatividad con la que utilizan las diferentes zonas de la brillante y colorista Zootrópolis y que las escenas y los lugares estén cuidados con un mimo que puede sentirse de principio a fin. Por último, cumple Michael Giacchino con un enérgico aunque poco imaginativo trabajo musical y Shakira consigue contra todo pronóstico y cualquier gana, que su canción se repita en mi cabeza aún al rato de acabar la cinta.

Fui a “Zootrópolis” sin nada de información sobre de que iba la película (más allá de la información del título) o quien la hacía. Cuando las luces se apagaron disfruté y reí como un niño gracias a un mundo llamativo y genial, repleto espléndidas localizaciones y decenas de personajes carismáticos. Disney ha creado un producto animado y delicioso en el que no importa la edad del espectador, sólo su capacidad de maravillarse. Y en cuanto a eso el mundo de Zootrópolis es una maravilla, dan ganas de regresar a él.


Alejandro Arranz

1 comentario :

  1. La tendré en cuenta pues de vez en cuando siempre apetece ver alguna película animada para salir de la rutina :)

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