lunes, 28 de noviembre de 2016

Crítica de “The Neon Demon”

-Un tenebroso y colorido cuento de hadas carnívoras en medio de las salvajes junglas/pasarelas de Los Ángeles. Se me olvidaba, también insoportable.

-Winding Refn sigue intentando ser el director más “chic” de la discoteca. El ego y el daltonismo le van a ayudar a ligar y todo.

El cineasta danés que supo llamar la atención con algunos de sus primeros trabajos y que tanta suerte tuvo con la brillante Drive me hizo pasar uno de los ratos más insufribles que he vivido en una sala de cine. Only God Forgives era un portento visual tan vacío y estúpido que casi me voy de retiro espiritual al Tibet o llevo a cabo algún cliché semejante para cambiar mi vida. Pensé que los libros de autoayuda no serían suficiente, claro está. Pero bueno, su nueva película en apariencia se debatía entre ser un despropósito y un proyecto digno de Bret Easton Ellis (American Psycho). Habría que verla para saber hacia que lado se decantaba. Para esta falsa historia sobre el mundo de la moda (Refn ya dijo que no le interesaba nada) el director y guionista escoge a Elle Fanning de protagonista. A la joven y talentosa actriz la secunda un reparto muy atractivo: Jena Malone, Keanu Reeves, Christina Hendricks, Bella Heathcote, Abbey Lee y Karl Glusman. Entonces qué...¿memez o nueva corriente cinematográfica?

La respuesta es un poco complicada, es más como una mezcla, como una especie de nuevo tipo de chorrada con la firma autoral de NWD. Los títulos de crédito y la primera imagen de la película ya lo dicen todo. Los primeros con la firma constante de las iniciales NWD (como una colección de moda) y esa explosión de confeti final que me hizo vomitar por dentro. Está claro, es una ironía en torno al mundo de la moda, pero es innegable que es producto de un egocentrismo desmedido. La primera imagen, Elle Fanning posando como un cuerpo muerto y desangrado, una manifestación de casi todos los temas de la película que puede permitiros un ahorro de tiempo y sufrimiento importante. Después comienza la excusa argumental, la típica historia de una joven que llega a Los Ángeles en busca de una oportunidad para ser modelo. A Refn no le interesa para nada esta historia, simplemente pretende abstraer y retorcer el conjunto desde ese mismo punto inicial. Se ha dicho bastante eso de que es la primera película de Refn con protagonista femenina y que busca ser manifiestamente feminista. Pero hasta no verla no se sabe bien qué implica ésto. Básicamente es que en lugar de ver a Ryan Gosling haciendo las chorradas que le mandaba el director en OGF, vemos a Elle Fanning haciendo las chorradas que le manda el director aquí.

Por otro lado es cierto que entre otras cosas The Neon Demon es una crítica al mundo de la moda y un retrato de la belleza del mundo moderno: patriarcal, corporativa, artificial, inhumana, caníbal y obsesiva hasta la demencia y posterior autodestrucción. Pero en su falta total de sutileza y sus excesivas e ingenuas metáforas que intentan criticar un mundo masculino y su manipulación de las mujeres como ganado o maniquíes, solo veo falsedad, quizás porque durante la película parece que Refn disfrute mucho grabando a sus actrices duchándose desnudas entre un montón de litros de sangre. Este solo es uno de los motivos por los que la película no es más que una absurda y vacua farsa en clave de “torture porn” de autor. Ni siquiera el excelente trabajo musical de Cliff Martinez y la colorista fotografía de Natasha Braier impiden que sea un caramelo vacío, pretencioso y estúpido con ínfulas de cine renovador. Intentar dártelas de autor inefable formulando una torpe e insustancial historia sobre temas superficiales, es igual de burdo y superficial por mucho que lo retuerzas. El golpe de gracia lo da la media hora final y el epílogo del filme, habría que patentar la droga de diseño NWR y estar bajo sus efectos para poder aplaudir semejante espanto. Lo más atrayente de la película es el trabajo de Jena Malone, que se come con patatas a Elle Fanning.

The Neon Demon es como un cuento de hadas (el ogro, las hermanastras-brujas, el príncipe) derivado hacia el terror de Dario Argento (Suspiria) y con bastante refritura muy mal digerida de Gaspar Noé, David Lynch y el último Cronenberg. En su abstracción del tempo y su juego con los espacios, Refn vomita un montón de metáforas y reflexiones que nunca alcanzan ni a ser interesantes ni complejas. El discurso se diluye entre las pretensiones artísticas de este señor con un ego tan desmesurado que le oprime el cerebro, y que desde que se las da de estilista “hipster” y renovador postmoderno, me hace pasar unos ratos inaguantables en el cine. La vanidad, el cinismo y la artificialidad son al mismo tiempo temas que retrata al cinta y problemas de los que peca. Veo y entiendo todo lo que Refn pretende en esta película de costuras desnudas, simplemente me parece una soberana tontería. Bava, Argento o Lynch quedan bien lejos, ésto está más cerca de Lost River.


Alejandro Arranz

No hay comentarios :

Publicar un comentario