-Una de las películas más retorcidas de Cronenberg, también una de las menos inspiradas e interesantes.
-Un culebrón tonto, vacío y con pretensiones. A excepción de algunos -contados- puntos perspicaces, el resto es un montón de mierda cargante y ridícula.
No quiero alargarme con la reseña de esta nueva película del canadiense David Cronenberg. Se trata de un grotesco esperpento que no tiene ni mínimamente el estilo del gran director que lo firma. No es una disección del Hollywood actual, ni un drama, ni tampoco la sátira que se prometía. Es una estúpida broma cósmica con a penas un par de destellos de originalidad escondidos entre las casi dos horas de chorradas pretenciosas. Cuando en 2012 el también guionista estrenó “Cosmopolis” preferí no arriesgarme, sin embargo en esta ocasión pensé que las cosas podrían ir por buen camino. No podía estar más equivocado, no hay rastro de inteligencia o furia en el guión de Wagner, ni indicios de genio en la dirección de Cronenberg, tan sólo un puñado de personajes despreciables haciendo cosas despreciables por motivos despreciables sin que a nadie le importe una mierda lo que va ocurriendo. Lo más interesante es ver la muy buena labor de Julianne Moore, lo único salvable.