sábado, 27 de diciembre de 2014

Crítica de “The Interview”

-No es demasiado gamberra ni mordaz pero en contra de lo esperado resulta amablemente divertida. Además Franco y Rogen tienen una química estupenda.

-Con todo el hype provocado por su estreno uno esperaba algo más escandaloso, sin embargo la sátira es mínima, predomina la comedia ligera de rápida digestión.

Evan Goldberg y Seth Rogen (Juerga hasta el fin) son los directores de la película más controvertida de la temporada, una de esas que casi se une a la lista de películas que jamás llegaríamos a ver. Debido a esta supuesta sátira sobre el lider norcoreano Kim Jong-Un, Sony Pictures ha sido víctima de un hackeo y posterior difusión de la información obtenida por un supuesto grupo de piratas informáticos provenientes de Corea del Norte, asimismo este misterioso grupo amenazó con atentar contra cualquier cine que estrenara dicha película. Si bien en principio se cedió ante sus demandas finalmente la libertad de expresión ha ganado la batalla y “The Interview” se ha estrenado con éxito en 300 salas estadounidenses en lugar de las 3000 que serían en un principio. También se llevará a cabo un estreno en VOD y esperemos que llegue a las pantallas españolas aunque sea con retraso. Aunque un servidor por suerte ya ha tenido la oportunidad de analizar la última juerga de los amigos Franco, Goldberg y Rogen.

Para todo lo que ha dado que hablar en el último mes, esta es una comedia negra bastante inofensiva, porque sinceramente ese genial punto de partida satírico se pierde en seguida cuando nos damos cuenta de que no es más que otra semi-gamberrada de amiguetes. Una especie de “Tropic Thunder” o “Juerga hasta el fin” pero muy, muy por debajo. Casi todo lo que tiene “The Interview” es su punto de partida y una excelente química entre sus protagonistas; ambas virtudes junto con algún gag bien hilado y suficiente ritmo para pasar 109 minutos entretenido un domingo sin demasiados planes, conforman la propuesta que nos trae en esta ocasión el trío favorito de américa. Dan Sterling (Sarah Silverman) escribe el guión para una historia que co-escribió con ambos directores y si bien su trabajo está muy por debajo de lo que debería cumple una función menor con eficacia. Me explicaré, si esperabais una sátira afilada e inteligente os vais a llevar un chasco de tres pares porque aquí no hay nada de eso, si por otro lado lo único que buscáis es un entretenimiento palomitero con algún buen golpe cómico y que juguetea pero que muy sutilmente con ese mencionado tono satírico seguramente quedaréis satisfechos. Es decir, que Franco y Rogen traen lo de siempre, recurren a esa fórmula que tan bien les ha tratado para repetir éxito; no es inteligente, ni buena y además se la podría tachar de decepcionante pero lo importante es que entretiene un rato y se olvida fácilmente.

Es molesto que la premisa esté tan desaprovechada, se podría haber sacado una comedia muy divertida y escandalosa de ahí. Y la verdad es que hubiera sido todo un gustazo verla a pesar de las amenazas y descubrir que era realmente buena, que tenía mucho que decir; aunque finalmente no haya sido así. Y el problema no es que esté mal desarrollada sino que no lo está, coge esa genial idea inicial y la aparta para centrarse en escenas superficiales y típicas, es que como ocurre con los personajes del filme parece que estos tres cómicos no tienen la suficiente calidad o madurez para llevar a cabo la película que se merecía esa idea, una lástima. Es fácil hablar de lo que le falta a la cinta pero hay poco que decir de lo que sí tiene esta polémica comedia. Muchos gags con el sexo como tema principal, una larga lista de cameos y algunas escenas de acción para animar la fiesta hacia el final; una lista de elementos bastante habitual en este tipo de películas. De hecho algo peor que otras compañeras del género en lo que respecta a parodiar cualquier tema y/o persona. La diferencia es que aquí están Franco y Rogen, dos actores irregulares aunque con dotes demostradas y que juntos siempre están estupendos, en esta ocasión la química vuelve a ser evidente y es una de esas pocas cosas que logran que el tiempo pase rápido y de forma amena.

Lo que parecía ser una sátira provocadora y punzante se ha convertido en una simplona y ligera comedia que tampoco logra hacernos reír lo suficiente. Rogen, Goldberg y Franco fracasan estrepitosamente en esta ocasión, aunque para el publico interesado ofrecen un entretenimiento liviano y amable. Yo si fuera ustedes preferiría hacer un viajecito a Corea del Norte, seguro que me divierto más.


Alejandro Arranz

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