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viernes, 2 de noviembre de 2018

Crítica de “BlacKkKlansman”

-El director simplifica los elementos de su documento cinematográfico hasta dejar lo más básico. La unidimensionalidad del discurso es digna de un necio irresponsable.

-Cuando Lee se deja llevar por la comedia la película vuelta muy alto, porque es divertida, ingeniosa y deliciosamente negra.

Estamos en los 70, Nixon es presidente, las revueltas en las calles y la violencia policial contextualizan una encarnizada lucha por los derechos civiles. El joven Ron Stallworth se convierte en el primer detective negro del departamento de policía de Colorado Springs, y al poco de empezar decide infiltrarse en el Ku Klux Klan. El argumento no tiene desperdicio, en especial porque está basado en la historia real de Stallworth, que mantuvo contacto telefónico con la organización y con la ayuda de un compañero caucásico, que le sustituyó en los encuentros reales, elaboró una operación para revelar las actividades del clan mientras subía en su organigrama. Jordan Peele y Spike Lee nos acercan esta increíble historia en el momento más necesario, cuando la lucha por el progreso en Estados Unidos ha dado dos pasos atrás.

lunes, 8 de febrero de 2016

Crítica de “Chi-Raq”

-Una película extrañísima, repleta de colores y bruscos cambios de tono que funcionan demasiado bien. Spike Lee vuelve a sus orígenes con la munición recargada.

-Hay escenas que me descuadran bastante, otras que me hacen aplaudir. La película tiene un carácter tan voluble que no sé como sentirme, pero también es un documento real, firme e importante para el mundo moderno. La volvería a ver.

Si hace mucho que me leen sabrán que Spike Lee es alguien que me pone de los nervios. Un tipo directo y con claroscuros, capaz de que lo ames y lo odies incluso al mismo tiempo; un personaje famoso por sus numerosas manías y por la forma de introducir sin miramientos sus opiniones políticas en cualquier momento y lugar; un importante director de cine militante que se mueve entre la provocación necesaria y la propaganda maniquea. Es fácil verse atraído por esa furia callejera tan ardiente y falta de sutileza, sin embargo hace mucho tiempo que juega con la pólvora mojada, como si tan solo quedara el simple efectismo y la temática habitual. Desde 25th Hour (2002) no ha realizado ninguna gran película, y su último trabajo ha sido el deplorable remake de la inolvidable Oldboy de Park Chan-wook. Pero tras tocar fondo parece que ha decidido levantar cabeza con su nueva propuesta. Chi-Raq es una adaptación moderna de Lisístrata en la que se hibrida una disparatada y colorista sátira musical con una incendiaria y trágica diatriba político-social. El resultado es el mejor Spike Lee de los últimos 13 años.

domingo, 26 de enero de 2014

Crítica de “Old Boy”

-Josh Brolin es lo mejor de este remake sin originalidad, preferiría estar encerrado veinte años que volver a ver semejante despropósito.

-Lo dirige Spike Lee y como si lo dirigiera Uwe Boll, la verdad es que era difícil hacerla tan mal (dan ganas de salir de la sala), habría que preguntarse si en la categoría de peor remake o secuela es capaz de competir con “La Jungla 5”.

En 2003 el siempre genial director coreano Park Chan-Wook, nos dio a todos una soberana lección de cine, creó una película brutal, despiadada, oscura; una violenta joya sobre la venganza que profundizaba como nunca antes en las debilidades del ser humano y todo sin olvidarse de su habitual maestría en los aspectos formales. Diez años después llega a los cines el remake de aquella obra maestra, y nadie en su sano juicio esperaba que pudiera ser superada; dirigida por Spike Lee y protagonizada por Josh Brolin con secundarios de la talla de Elizabeth Olsen, Samuel L. Jackson o Sharlto Copley parecía tener posibilidades para al menos ser una interesante reversión del manga original. Malos augurios son que te digan que la película se estrena en un número de salas que puedes contar con los dedos de una mano, pero tras la difícil tarea de encontrarla, tocaba ver que me esperaba al otro lado, ahora sé que no debería haber entrado nunca en aquella sala.