No podía haber una semana mejor para volver a escribir, porque vuelve Clint. Es algo muy especial para un servidor, al que probablemente nadie la haya brindado tanta felicidad como este inmortal cineasta, que básicamente me enseñó a amar el cine. Tras un doloroso retraso en Enero, al fin llega a la cartelera española su último trabajo como director, y actor. Era difícil igualar la alegría de volver al cine a ver una película dirigida por el maestro, pero volver a verle delante de la cámara es un sueño que ya parecía imposible. Una doble alegría, pues ya no tendremos que lamentarnos porque la última película de su carrera como actor sea aquella olvidable Trouble with the Curve. Es el momento de entrar en la sala de cine y disfrutar de un acontecimiento épico, de una oportunidad que tal vez no se repita (aunque espero profundamente que ocurra): acudir al estreno de una nueva película de Clint Eastwood. Es casi imposible no emocionarse.
jueves, 14 de marzo de 2019
Crítica de "The Mule"
sábado, 8 de septiembre de 2018
Crítica de "La monja"
-Una posesión tonta y soporífera, era difícil imaginar un spin-off menos interesante.
-No les hará recobrar su fe en el género pero tal vez sí en las aspirinas.
Las películas de The Conjuring ayudaron a otorgarle a James Wan la categoría popular de maestro del terror. Su renovación del género supuso una bocanada de aire fresco para todos aquellos que llevaban tiempo viéndolo de capa caída, soportando la incesante repetición de historias manidas repletas de lugares comunes como excusa para encadenar una serie de exasperantes y perezosos “jumpscares”. Los guiones no ofrecían nada auténtico ni mucho menos novedoso y no había artesanía, creatividad ni hermosura en las imágenes que pasaban ante nuestros ojos. Wan no rompió el molde, simplemente cogió los elementos conocidos y los combinó con una destreza que, por primera vez en mucho tiempo, nos recordó como era asustarse de verdad. El éxito de los expedientes del matrimonio Warren desembocó en la ramificación hacia otras historias demoníacas que han ido construyendo una suerte de universo del terror, lejos del malogrado intento de Universal por crear el suyo. Aquí tenemos el último spin-off que se añade al canon, con guion de Gary Dauberman (responsable de ambas entregas de Annabelle) y James Wan, y la dirección de Corin Hardy, que hasta ahora solo había realizado su ópera prima, The Hallow. Veamos como le queda el hábito a esta monja.